Desde hace tiempo Río Lagartos ha ido ganando una notable proyección turística y en especial ecoturística, lo mismo que los puertos que se ubican en sus cercanías.

El natural y rústico ambiente de esta comunidad yucateca hace que cualquier viajero se olvide por un tiempo de sus problemas cotidianos y se entregue a un intenso contacto con la más pura naturaleza. Un pretexto ideal para visitar estos encantadores rincones del territorio nacional es el avistamiento de flamingos en Río Lagartos.

En efecto, al explorar el poblado de Río Lagartos inevitablemente se debe visitar su enorme reserva natural, misma que nos ofrece algunas de las mejores vivencias turísticas que se podrían tener.

Por lo demás, la comunidad de Río Lagartos es conocida especialmente por ser el hábitat de una bella criatura silvestre: el flamenco rosado. Más de 20 mil flamingos rosados llegan a Río Lagartos entre los meses de enero y septiembre para fines reproductivos.

Cabe mencionar que Yucatán cuenta con numerosas zonas silvestres que tienen las condiciones perfectas para la conservación de los flamencos rosas.

Por ejemplo, en Río Lagartos pueden hallarse las llamadas ciénegas o humedales, las cuales son áreas de tierra próximas a la playa que presentan inundaciones que van de los 50 centímetros a los tres metros. El agua de los humedales es altamente salina. Es un entorno perfecto para servir de hogar al Phoenicopterus ruber, es decir, el flamenco rosado, ya que en las ciénegas cuentan con alimento en abundancia para los flamencos: algas microscópicas, plantas, camarones e insectos.

A lo largo de todo el año se puede observar al flamingo rosado en el sureste mexicano, pero en la temporada invernal el número de estas aves aumenta, puesto que migra desde otras regiones en busca de un ambiente más cálido en el territorio yucateco.

Durante la temporada de anidación, es decir, entre los meses de abril a junio, una gran cantidad de flamencos rosados eligen la zona de Río Lagartos para la construcción de sus nidos de lodo, en los cuales crían a sus polluelos, al cual alimentan- tanto el padre como la madre- con una sustancia lechosa de rojiza tonalidad.

Es importante señalar que la Reserva de la Biosfera de Ría Lagartos es la morada de un tercio de las aves que habitan en el territorio nacional.

También es una zona geográfica con numerosas áreas de manglares de enorme importancia ecológica.