Comunidad hidalguense atractiva como pocas, Zempoala se proyecta como uno de los más interesantes sitios del país en haber conseguido la declaratoria de Pueblo Mágico de México. En este pueblo rebosante de colores y folclor, el turismo cultural se presenta como el máximo atractivo. Paradigma de la oferta cultural de Zempoala son los Arcos del Padre Tembleque.
Los visitantes en esta población hidalguense encuentran muy grata la visita a las haciendas de mayor fama en la zona. Una de ellas, San Juan Pueblilla, se distingue por su producción de cerveza artesanal, misma que puede ser adquirida a precios muy accesibles en su fábrica. Otra hacienda imperdible de Zempoala es Santa María Tecajete, misma que destaca por su producción pulquera. Cuando la conozcan no se pierdan la cata de esta tradicional bebida de nuestro país.
Quienes sean aficionados a la tauromaquia encontrarán fascinante la visita a haciendas ganaderas de la región como Montecristo y Cieneguilla, puesto que en ellas se llevan a cabo recorridos guiados para admirar a los toros de lidia en este campirano ambiente.
También es muy interesante en estas haciendas presenciar las diferentes suertes de charrería que allí se llevan a cabo y que son un distintivo de la zona. No menos grato es saborear los platillos más representativos de Zempoala y escuchar a la tradicional banda de viento que ameniza las tardes taurinas que nos reserva este rural destino.
En la parte sur de la entidad hidalguense se encuentra este municipio que en los tiempos precolmbinos fue poblado por los índígenas chichimecas o toltecas. El nombre de Zempoala tiene etimología náhuatl y quiere decir “Lugar del mercado cada veinte días”.
Estando de viaje por estos rumbos del territorio nacional es aconsejable conocer el Exconvento de Todos los Santos, cuya construcción data del siglo XVI y que estuvo habitado por los religiosos franciscanos. Es un sobrio edificio sacro que destaca por el estilo plateresco de su fachada y las composiciones pictóricas de tema bíblico que ornamentan sus interiores.
La Plaza Central de Zempoala es inconfundible por su pintoresco kiosco y el monumento al Rollo o La Picota, mismo que fue construido hace siglos para fines punitivos de la población. El monumento en cuestión es una columna de piedra con una altura de cinco metros. Representaciones de jaguares y leones ornamentan su estructura tanto en la base como en su parte más alta.
De la misma manera, es recomendable conocer en el entorno de Zempoala sitios tan admirables como la Hacienda Casa Grande, misma que fue edificada en 1860. Dentro de ella se hallarán obras de arte de siglos pasados, como si se tratara de un pequeño museo.
Cerca de allí se ubica la panadería La Guadalupana, negocio que tiene ya más de siete décadas ofreciendo a su clientela rico pan, como, por ejemplo, burras, bicicletas y cocoles. No lejos de allí se encuentra la Presidencia Municipal, así como también señoriales y antiguas mansiones dignas de contemplar.
Imposible llevarse una experiencia turística plena de Zempoala, Hidalgo, sin visitar el famoso Acueducto del Padre Tembleque. Obra arquitectónica realizada en los inicios del proceso evangelizador de la zona, tal acueducto tuvo como objetivo llevar agua a las distintas haciendas y poblaciones de la región. El autor del diseño de esta obra hidráulica tan importante en los tiempos virreinales fue Fray Francisco de Tembleque.
El acueducto tiene una extensión de cuarenta y ocho kilómetros. Sobresale el tramo conocido como Arcos de Tepeyahualco, con una longitud de 904 metros y una altura de 39 metros. Esta parte del acueducto se localiza justo en la zona limítrofe entre el Estado de México y el territorio hidalguense.
Es posible obtener una perspectiva muy completa de la gastronomía hidalguense con tan solo visitar el Pueblo Mágico que aquí les recomendamos. Conviene recordar que la cocina típica de Hidalgo tiene como ingredientes principales la carne ovina, el maíz, el nopal y el maguey.
Una delicia para el paladar la hallaremos en el Ximbote con relleno de verduras y carne, el pan burra de piloncillo con relleno de queso y la siempre rica barbacoa.
Por supuesto en cada ocasión que tengamos de visitar Zempoala es indispensable saborear el pulque de variados sabores que con gran sapiencia preparan los habitantes de la comunidad.
Muchos de estos antojitos se pueden degustar visitando el animado Tianguis Dominical que se instala en las principales calles del pueblo.
También en este tianguis y en distintos comercios de Zempoala se pueden llevar a cabo divertidas jornadas de compras.
Especialmente atractivas, tanto por su excelente manufactura, gran colorido y variedad, resultan las artesanías locales.
Les sugerimos adquirir especialmente cazuelas, jarros, molcajetes elaborados con barro y cántaros. También son magníficos recuerdos para llevarse a casa luego de un paseo por Zempoala, servilletas bordadas, morrales, tejidios de malla y gancho, escobetas, manteles y cuerdas de ixtle.
Comprar artesanías de Zempoala no solo nos permite conseguir lindos recuerdos del lugar, sino que, además, también es una manera de apoyar económicamente a los habitantes de la comunidad.
Para fines de alojamiento en la región, algunas opciones hoteleras relevantes son: Quinta Huizache, a solo 16 kilómetros del Pueblo Mágico que les comentamos, Hotel Hacienda, en Pachuca de Soto y a unos 17 kilómetros de Zempoala, Hs Hotel y Posada del Ángel, los cuales también se encuentran relativamente cercanos a este Pueblo Mágico.
Todos estos centros de alojamiento son higiénicos, cómodos y con tarifas accesibles al bolsillo.
Para llegar a Zempoala, Hidalgo, desde la CDMX hay que seguir la carretera México–Pirámides-Tulancingo-Tuxpan y justo en el desvío de Pachuca-Apan es preciso girar a la derecha y un poco más adelante seguir por el retorno. Tras unos cinco minutos de camino se llegará finalmente a Zempoala.
En cambio, si se viaja en autobús, por cuestión de economía o de comodidad, es necesario tomar una unidad que salga desde la Central Camionera del Norte, o en todo caso, un camión en la ciudad de Pachuca que siga la ruta hacia Epazoyucan y Zempoala.