Tzintzuntzan, en el estado de Michoacán fue, durante los tiempos prehispánicos, la capital de los tarascos. Esta cultura derivó de primitivas tribus que arribaron desde las zonas lacustres de Pátzcuaro, en algún momento del siglo XII.
Los recién llegados sometieron a los pueblos que habitaban en el actual Tzintzuntzan y desde allí erigieron el imperio tarasco. El emperador Tariácuri, poco antes de fallecer, en 1400, hizo una división del imperio tarasco para dejarlo a sus descendientes: Tanganxoán, Hiquingare e Irepan, a los cuales les correspondió Tzintzuntzan, Ihuatzio y Pátzcuaro.
Tras la conquista- la cual fue especialmente cruenta en esta parte de Mesoamérica-, Vasco de Quiroga llegó a Tzintzuntzan y trasladó a Pátzcuaro la capital de la provincia de Michoacán. La ciudad perdió su antiguo esplendor, y conforme Pátzcuaro crecía y prosperaba, Tzintzuntzan seguía en plena decadencia.
Esta situación cambió con el reacomodo político derivado de la formación de la república: como una manera de rememorar lo que fue Tzintzuntzan en otros tiempos, en 1861 se le concedió el título de Ciudad Primitiva. Desde entonces y hasta nuestros días en que ha recibido el reconocimiento de Pueblo Mágico de México, se ha mantenido como uno de los lugares de mayor atractivo turístico en el estado de Michoacán.
Tzintzuntzan quiere decir en lengua tarasca "lugar de colibríes". Se encuentra a 17.4 kilómetros de Pátzcuaro, a orillas del famoso lago michoacano. Algo que despierta enorme interés en los visitantes son las edificaciones prehispánicas nombradas como Las Yacatas. Las personas interesadas en conocer estos valiosos vestigios de los tiempos antiguos de Tzintzuntzan, pueden visitarlas de martes a domingo de 9 am a 17 pm.
Además, en este Pueblo Mágico pueden hallarse otras atracciones imperdibles, como el soberbio convento franciscano de Tzintzuntzan, cuya construcción se remonta al siglo XVI. Se dice que los olivos que crecen en su atrio, fueron plantados por Vasco de Quiroga.
Tiene una admirable capilla abierta y otros elementos arquitectónicos de gran valía. También recomendable es el Templo de la Soledad, vistoso edificio de estilo barroco. No hay que dejar de lado el Templo de San Francisco, localizado en la cabecera del municipio y la Capilla de la Virgen de Guadalupe, que se levanta en la población de Cucuchucho.
Otra área para explorar desde una perspectiva turística es la que integran las diferentes tradiciones artesanales de Tzintzuntzan. Una notable herencia fomentada por el mencionado Vasco de Quirog, se hace patente en la diversidad de oficios que aprendieron los indígenas purépechas. Lo anterior ha derivado en una gran producción artesanal, que ha hecho célebre a Michoacán en toda América Latina.
De este modo, los visitantes de este Pueblo Mágico pueden adquirir hermosas creaciones de barro, tule y paja, así como también coloridos bordados, en donde se representan de original manera, las fiestas, tradiciones y celebraciones típicas de esta región del país.
Algunas de las celebraciones populares más importantes de este municipio michoacano son las siguientes: en el mes de febrero, tenemos la Fiesta del Señor del Rescate; luego sigue la tradicional Semana Santa, la cual incluye diversas conmemoraciones masivas; en el mes de noviembre, el día 1 y 2, destaca la velación que se realiza para celebrar el Día de Muertos.
Por otra parte, es aconsejable acercarse a las tradiciones gastronómicas de Tzintzuntzan, por ser fuente de gratos descubrimientos para los turistas, en especial para quienes visitan por primera vez este Pueblo Mágico.
Es imprescindible que quien visite Tzintzuntzan acuda a conocer su célebre sitio arqueológico, uno de los más importantes de México, en especial para comprender la importancia que tuvo en tiempos prehispánicos la cultura tarasca.
Otro sitio imperdible es el tradicional mercado al aire libre, en donde se pueden comprar además de artesanías, muchos otros productos y deliciosos alimentos. Un consejo final es el de visitar el Pueblo Mágico de Tzintzuntzan en el marco del Día de Muertos, para así contemplar los grandes arreglos de flores, ofrendas y velas que se colocan en el cementerio municipal.
Imposible no recomendar algunos lugares por demás representativos de Tzintzuntzan. Isla de la Pacanda cuenta con una bella laguna interior en donde habitan carpas, garzas y patos. Es un paraje propicio para el contacto con la naturaleza y la relajación sin limitaciones. También es interesante visitar Ucazanaztacua, localizado a unos diez kilómetros del centro del pueblo. Ucazanaztacua es uno de los embarcaderos más importantes del lugar, el punto perfecto para explorar el lago. Desde allí es sencillo emprender gratas excursiones a sitios como Pacanda, Janitzio, Tecuena y Yunuén.
La gastronomía de esta comunidad michoacana tiene como uno de sus principales ingredientes el charal. De la misma manera, también en sencillo hallar en sus fondas y restaurantes distintas especialidades preparadas con tilapia, lobina y carpa, así como también el llamado "pescado blanco" tan abundante en el lago local.
Es aconsejable saborear estos antojitos con el delicioso churipo. También es una buena sugerencia degustar un posuti o las siempre ricas carnitas. Y de entre las varias bebidas típicas que se preparan en la zona, les recomendamos probar el rico atole que preparan los lugareños.
De la misma manera, les invitamos a comer delicias locales como el caldo michi, el tamal de trigo y el caldo de pescado preparado con chile colorado entre muchas otras delicias de la cocina local.
Estando de paseo por los rumbos de Michoacán siempre es estimulante salir de compras. Darse un tiempo para pasear por las principales calles de un lugar como Tzintzuntzan es la mejor manera de conseguir a buenos precios recuerdos y souvenires. Los habitantes de este Pueblo Mágico cultivan valiosas tradiciones artesanales.
Sin demasiados problemas se pueden conseguir en los espacios comerciales de Tzintzuntzan petates de tule, coloridos adornos de original diseño, abanicos, sillones de chuspata, mesas, lámparas y objetos de cotidiana utilidad, elaborados con materias primas de la región. De la misma manera, en este Pueblo Mágico de Michoacán es conveniente adquirir bellas creaciones de alfarería de muchos colores.
Tzintzuntzan se localiza a 104 kilómetros de Toluca, a donde se puede llegar en avión por AeroMéxico, Volaris e Interjet, y de ahí conducir en automóvil por las Autopistas 55 y 15, o tomar un autobús de Herraduría de Plata hacia Maravatío, y de ahí hacia el Pueblo Mágico.