Cuitzeo del Porvenir, al norte del estado de Michoacán, es un pueblo influido por culturas como la de Teotihuacán y la Tolteca.
En épocas muy antiguas formó parte del señorío Tarasco, por lo que su nombre proviene de la palabra Cuiseo donde cuis significa "tinaja" e itzi "agua", que se traduce como "lugar de tinajas de agua", o Cuitzeo de la Laguna.
Cuitzeo goza de fama a nivel nacional gracias a su ambiente festivo casi permanente.
Tiene diversos lugares para pasear, conocer y disfrutar, pues se encuentra muy cerca de Morelia, pero entre sus edificaciones y maravillas naturales sobresalen uno de los recintos conventuales más importantes de la región y el segundo lago más grande de México.
Cuitzeo es famoso por su laguna y sus textiles, pero lo mejor es iniciar el recorrido caminando por sus calles y disfrutando de su arquitectura: su Plaza Municipal se encuentra rodeada de bellezas arquitectónicas como el Portal Hidalgo, con sus grandes arcos de estilo colonial que albergan gran parte de vida comercial y gastronómica del pueblo.
No obstante, el panorama céntrico está dominado por el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, de estilo plenamente barroco, que recibe a sus fieles con una hermosa virgen tallada en madera.
Como se mencionó anteriormente, una de las construcciones más importantes en Cuitzeo es el Convento de Santa María Magdalena, levantada por la orden de los agustinos en el siglo XVI en estilo plateresco, y que es una de las mejor conservadas en la actualidad.
Además de su obvia importancia en el ámbito religioso, este lugar es un pilar para la historia del Pueblo Mágico, pues a partir de su levantamiento en 1550 sirvió como referencia para la planeación y el trazo de las calles principales, entre las que se encuentra la principal vía de comunicación con Morelia, la capital, y el lago.
Actualmente, dicho convento se encuentra abierto al público para exhibir las colecciones del Museo de la Estampa, consistente en magníficos grabados que muestran personajes y acontecimientos de la historia nacional entre los siglos XVI y XIX, elaborados por maestros grabadores como José Guadalupe Posada, Alfredo Zalce, Pablo O’Higgins, Mariana Yampolsky, José Chávez Morado, Adolfo Mexiac y Manuel Pérez Coronado.
Además, en el pueblo existen diseminadas varias capillas y recintos religiosos como casas parroquiales y "hospitalitos" fundados por los franciscanos siglos atrás.
Entre las capillas más populares se encuentran las de San Pablito, El Calvario y la Concepción, que se han mantenido en pie desde el siglo XVI. Hay otras poblaciones como Jeruco, donde se encuentra el Templo de San Juan Bautista, o el templo de San Agustín, en la localidad de San Agustín del Pulque.
Por supuesto, la mayor atracción en Cuitzeo es su hermosa laguna, en las cercanías del cerro de Manuna, que forma parte de los lagos del Eje Neovolcánico y es un importante regulador del medio ambiente y un sitio favorable para la reproducción y conservación de diversas especies vegetales y animales acuáticas.
Lo mejor es llegar desde temprano al lago, y quedarse a lo largo del día para observar cómo van cambiando las tonalidades del agua conforme se mueve el sol en el horizonte.
No hay que perderse la diversión de las carreras en kayaks, organizadas por el restaurante Hermanos Reyes.
Además, en los verdes alrededores se pueden pasar apacibles días de campo y probar las delicias culinarias del pueblo, en medio de un ambiente campestre y un fresco clima.
Para continuar la diversión, a solo 16 kilómetros de Cuitzeo se encuentra la prolija zona de Huandacareo, un lugar ideal para tomar un buen chapuzón en alguno de sus múltiples balnearios de aguas termales, como el Vista Bella y el Selva Maya, que cuentan con todos los servicios necesarios y alojamientos para quedarse a pasar la noche.
También, a cinco kilómetros del pueblo se puede explorar el pasado indígena de la región en la Zona Arqueológica de Tres Cerritos, llamada así por las tres mega estructuras arquitectónicas que la integran, y que después de ser un importante centro ceremonial fue ocupado por los tarascos para el entierro de sus muertos, lo que demuestra que estuvo abandonado por un tiempo considerable.
Las mejores fechas para visitar Cuitzeo son durante las fiestas de la Purísima Concepción, el viernes previo al Miércoles de Ceniza, y las de la llegada del Señor de la Expiración de Capacho, el sábado posterior al Jueves de Corpus Christi, en las que se realizan procesiones y actos de fe en medio de un ambiente lleno de música, colores, comida, artesanías, juegos, eventos culturales y fuegos pirotécnicos.
Otras celebraciones importantes en este bonito Pueblo Mágico son las fiestas patronales de Santa María Magdalena, el 22 de julio; la del Buen Temporal, el 22 de septiembre, y la del templo del Cerrito, cada 20 de noviembre.
Al visitar Cuitzeo, es imprescindible probar el pulque, el mole de guajolote, los uchepos, las corundas, los nacatamales, las ancas de rana, el grano en dulce, los charales dorados, las mojarras, las carnitas, el atole negro, la nieve y la calabaza en dulce, entre otras delicias, que pueden probarse en los puestos de los alrededores de la plaza y el lago, y en restaurantes como Los Girasoles y El Pedregal, en el centro.
Gracias a la abundancia del tule (material también conocido como "junco" o "espadaña") en las orillas del lago, los artesanos de Cuitzeo han desarrollado un trabajo notable que se traduce en canastas, chiquihuites, petates y tapetes, con intrincados diseños y una singular belleza.
Cuitzeo del Porvenir cuenta con una amplia oferta hotelera para todos los bolsillos. Uno de sus principales hoteles es el Agua Caliente, en Huandacareo, que por supuesto ofrece a sus visitantes amplias y limpias albercas de deliciosas aguas termales.
Otra excelente opción para quedarse a seguir disfrutando de las bellezas y eventos culturales del Pueblo Mágico es Hotel Villa del Sol, a solo quince minutos del centro histórico.
Por último, el Hotel de la Soledad ofrece toda una experiencia en sus habitaciones de estilo netamente colonial en medio de jardines y fuentes.
Cuitzeo se ubica a solo 36 kilómetros de Morelia, a donde se puede llegar en avión a través de las aerolíneas AeroMéxico y AeroMar. A partir de ahí, en automóvil es necesario conducir por la carretera 43 rumbo a Salamanca y seguir hasta el Pueblo Mágico, o tomar el autobús de la línea Flecha Amarilla.