Zona arqueológica de Calixtlahuaca, Estado de México
La Zona Arqueológica de Calixtlahuaca, ubicada en el Estado de México, es un sitio de gran importancia histórica y cultural que ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar las ruinas de una antigua ciudad prehispánica. Con una historia que se remonta a más de mil años atrás, este sitio arqueológico revela aspectos fascinantes de la civilización mexica y su conexión con otras culturas mesoamericanas.
Calixtlahuaca se encuentra a unos 8 kilómetros al noroeste de Toluca, la capital del Estado de México, en un valle rodeado por montañas y paisajes impresionantes. El nombre "Calixtlahuaca" proviene del náhuatl y significa "lugar de casas viejas", lo que sugiere la antigüedad de este asentamiento.
Conociendo los vestigios de Calixtlahuaca
El sitio arqueológico de Calixtlahuaca fue descubierto a finales del siglo XIX por el arqueólogo mexicano José María Melgar y Serrano, quien realizó excavaciones y estudios preliminares en la zona. Sin embargo, fue hasta la década de 1930 cuando se realizaron investigaciones más exhaustivas, lideradas por el arqueólogo Jorge Acosta, que revelaron la importancia histórica y cultural de este lugar.
Las ruinas de Calixtlahuaca muestran evidencia de la presencia de varias culturas mesoamericanas, incluidos los toltecas, los mexicas y los otomíes. Se cree que la ciudad fue fundada alrededor del año 200 a.C. y alcanzó su apogeo entre los años 1000 y 1200 d.C. Durante este período, Calixtlahuaca fue un importante centro ceremonial y político, con una población estimada de hasta 20,000 habitantes.
Una de las características más destacadas de Calixtlahuaca es su pirámide circular, única en Mesoamérica. Esta estructura, conocida como el "Templo del Dios del Viento", está dedicada a Ehécatl, el dios del viento, y presenta una arquitectura distintiva que la diferencia de otras pirámides en la región. La disposición circular de esta pirámide sugiere una influencia cultural tolteca, que se cree que estableció su dominio sobre Calixtlahuaca en algún momento de su historia.
Lo más destacado del yacimiento de Calixtlahuaca
Otro aspecto interesante de Calixtlahuaca es su extenso campo de juego de pelota, uno de los más grandes de Mesoamérica. Este campo, que mide aproximadamente 120 metros de largo por 30 metros de ancho, era el escenario de ceremonias religiosas y rituales deportivos que desempeñaban un papel central en la vida de la ciudad.
Además de estas estructuras principales, las ruinas de Calixtlahuaca incluyen numerosos templos, palacios y patios ceremoniales, así como una red de calzadas y acueductos que conectaban la ciudad con otros centros urbanos de la región. Estas evidencias arqueológicas proporcionan valiosas insights sobre la organización social, religiosa y política de la civilización mexica.
En la actualidad, la Zona Arqueológica de Calixtlahuaca es un destino turístico popular que atrae a visitantes de todo el mundo. Los turistas pueden explorar las ruinas y aprender sobre la historia y la cultura de esta antigua ciudad a través de visitas guiadas y exhibiciones interactivas. Además, el sitio cuenta con un museo arqueológico que alberga una impresionante colección de artefactos y piezas encontradas en las excavaciones.
En conclusión, la Zona Arqueológica de Calixtlahuaca es un tesoro cultural que ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en el pasado y descubrir los misterios de una antigua civilización. Con sus impresionantes ruinas, su historia fascinante y su belleza natural, este sitio arqueológico es un destino imperdible para cualquier persona interesada en la historia y la arqueología de México.
Turismo arqueológico por la zona de Calixtlahuaca
Si bien el nombre actual de este sitio arqueológico del Estado de México, significa en náhuatl “lugar de casas en la llanura”, Calixtlahuaca fue en realidad uno de los centros urbanos matlatzincas más relevantes del valle de Toluca. Para los aficionados al turismo cultural y la arqueología mexicana, es conveniente saber que, Calixtlahuaca, estuvo habitado desde el período preclásico y se mantuvo, de inicio, muy vinculado con los teotihuacanos.
Ya en el período posclásico, Calixtlahuaca era un asentamiento estratégico entre los reinos azteca y tarasco, y su aprovechamiento agrícola llevó a los mexicas a dominarlo en el año 1474. Los edificios que actualmente se pueden contemplar en este sitio arqueológico, corresponden a la etapa del dominio azteca en Calixtlahuaca. Es de hacer notar que, de acuerdo a las condiciones topográficas de la zona, estas construcciones se edificaron sobre terrazas.
Para visitar tan interesante yacimiento prehispánico, hay que llegar a las faldas del cerro llamado Tenismó o Calixtlahuaca, en la población homónima.
Esta última se localiza a 9 km al noroeste de Toluca. Los turistas pueden acceder al sitio, de martes a domingo, de 10 am a 17 pm. De entre las construcciones prehispánicas en Calixtlahuaca, que te recomendaremos conocer, mencionaremos las siguientes: Templo de Ehecatl-Quetzalcoatl.
Esta divinidad del viento, era la única figura del panteón mesoamericano, a la cual se le construían templos con características especificas, por ejemplo, con forma redonda, puesto que así, el viento ?manifestación divina-, podía circular con libertad.
El interés arqueológico del sitio arqueológico de Calixtlahuaca
Además, en el Templo de Ehecatl-Quetzalcoatl de Calixtlahuac, se encontró una de las más admirables representaciones de este dios, de las que se tenga noticia. Esta escultura nos lo muestra, portando una máscara bucal con pico de ave, con la cual soplaba el viento, que anticipaba la temporada de lluvias. Tal escultura se encuentra en el Museo de Antropología e Historia del Estado de México. Grupo Calmecac, Conjunto de Tlaloc.
El primero, consiste en un conjunto de estructuras que rodean un gran patio.
Algunos de estos recintos, tenían una utilización habitacional y otros servían para funciones religiosas o administrativas. En lo que se refiere al conjunto de Tláloc, está conformado por tres estructuras en torno a una plaza diminuta, en la zona media del cerro. Cuando fue explorado el monumento más grande del Conjunto, se hallaron algunos vestigios prehispánicos vinculados al dios de la lluvia. Calixtlahuaca, finalmente, también cuenta con un interesante Tzompantli, construcción decorada con motivos alusivos, a los prisioneros de guerra sacrificados.