San Juan Teotihuacán atrae las miradas del mundo por los misterios escondidos en sus ruinas arqueológicas, legado de una civilización aún más antigua que la esplendorosa ciudad de Tenochtitlán, en el centro del país, pero de la que no se han podido dilucidar cientos de interrogantes.

No obstante, el sitio arqueológico no es lo único que puede disfrutarse en este asombroso Pueblo Mágico.

En su Zócalo existen altos portales llenos de artesanía y tradición, y se encuentra rodeado de tranquilas calles empedradas en las que perviven añejos recintos religiosos, o pintorescas casonas que le dan vida a barrios como el de la Concepción. Además, en los alrededores existen varias opciones de recreación ecoturística para todas las edades.

Patriminio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987, Teotihuacán es considerado por los antiguos pobladores como el lugar donde se crearon el Sol y la Luna, por lo que es un sitio sagrado al que acuden miles de visitantes de todo el mundo cada 21 de marzo para cargarse de energía durante el equinoccio de primavera, una experiencia imperdible.

Qué visitar en San Juan Teotihuacán Pueblo Mágico

Un paseo por San Juan Teotihuacán puede iniciar por un recorrido a sus templos y santuarios. La primera es la Catedral del Divino Redentor, hogar de la Diócesis de Teotihuacán y fundada desde 1548 para venerar originalmente a San Juan Bautista; cerca de ahí, en el Barrio de la Concepción, el Templo de Nuestra Señora de la Purificación recibe a los fieles con su enorme retablo totalmente dorado y su portada decorada con figuras de flores, así como con una bella fachada de cantera estilo barroco.

El Ex Convento de San Juan Bautista es bellísimo, con una portada atrial de arcos ornamentados y una escultura de San Juan en un nicho, labrada en cantera. al igual que su torre con triglifos y figuras de flores.

En el interior del recinto, la Capilla Abierta tiene arcos rebajados sostenidos por columnas dóricas, y en su interior destacan el púlpito tallado en madera y una antigua pila bautismal.

Durante las fiestas patronales, Teotihuacán se viste de colores y recibe a sus visitantes con música, actividades culturales y muestra gastronómica y artesanal, sobre todo en la del 24 de junio, día de San Juan Bautista, una celebración relacionada con el culto a Tláloc que se ha convertido en una de las más importantes no solo en este Pueblo Mágico, sino en toda la República Mexicana.

Lo imperdible en San Juan Teotihuacán Pueblo Mágico

Por supuesto, una visita a San Juan Teotihuacán no está completa sin recorrer el sitio arqueológico, uno de los más admirados del mundo, que data desde casi 500 años antes de Cristo y llegó a tener 400 hectáreas y 20,000 habitantes.

En ella, se han catalogado e identificado varias zonas que están abiertas al público y a la investigación, que brindan enormes pistas para conocer y comprender la vida de los primeros pobladores de la Cuenca de México:

El viaje comienza por la Calzada de los Muertos, eje principal de toda la ciudad prehispánica, construido en tezontle y con 40 metros de ancho y una longitud de casi 4 kilómetros.

Flanqueada por palacios, templos y antiquísimas casas de piedra, en sus extremos se encuentran la Pirámide de la Luna y el Templo de Quetzalcóatl, desde cuyas alturas se puede percibir la armónica simetría de este gran complejo urbano.

Escenario de historias fundamentales de la mitología nahua posclásica, los grandes basamentos de La Ciudadela tienen un núcleo construido en adobe, revestido de estuco y de piedra y adornado con un friso de relieves geométricos que constituyen un antiguo y sofisticado sistema de escritura. La simetría de estos basamentos, de las plataformas y las escalinatas muestran el alto desarrollo urbano alcanzado por Teotihuacán.

Al oriente de La Ciudadela se encuentra la Pirámide de la Serpiente Emplumada, uno de los edificios más bellos no sólo del sitio arqueológico sino del México prehispánico por sus majestuosas decoraciones con esculturas que representan a Quetzalcóatl, dios de la vida concebido desde la dualidad de la vida misma, el control sobre el origen y el fin de ella, así como con otras figuras atribuidas a la figura de Cipactli, personaje que representaba el primer día del calendario lunar de 260 días, por lo que se cree que se trata de un templo edificado al tiempo.

En el Templo de Quetzalcóatl se encontraron más de doscientas osamentas de personas sacrificadas, cuidadosamente dispuestas en dos tumbas que fueron saqueadas durante la época colonial.

Esta característica, más otras como estar construida en un lugar sagrado, orientada hacia el poniente y con cuevas en su interior que contienen el agua y los granos que habrán de alimentar al hombre, llevan a pensar que el templo es una representación del Tonacatépetl, la montaña sagrada de la mitología mesoamericana que constituía el centro del universo.

La otra edificación teotihuacana construida de este modo es la Pirámide del Sol, la segunda en tamaño en el país, que servía para realizar ceremonias masivas con participación de la población en fechas especiales, por lo que era considerada un medio de comunicación entre los niveles terrestre, celeste y el inframundo.

En 2010, bajo de ella fue descubierta una serie de túneles naturales y artificiales, cuyas paredes marcadas por canalones señalan que estuvieron debajo del agua durante siglos. Esto quiere decir que para los teotihuacanos, la Pirámide del Sol representaba un lugar por donde se podía llegar al mundo de los muertos.

En el otro extremo de la Calzada de los Muertos se encuentra la Pirámide de la Luna, con sus cuatro cuerpos escalonados decrecientes hacia la base y su escalinata orientada hacia el sur. Aunque es de tamaño visiblemente menor que la del Sol, su altura es la misma (45 metros) por estar en un terreno más elevado.

Bajo de ella también han sido encontrados túneles y enterramientos con osamentas humanas y animales, así como ofrendas consistentes en joyas, figuras de obsidiana y múltiples objetos ceremoniales.

Qué comer en San Juan Teotihuacán Pueblo Mágico

Platillos típicos del lugar son la barbacoa, mixiotes de carnero, codorniz, y los muchos platillos y ensaladas que tienen como complemento principal al nopal, uno de los ingredientes mexicanos , más nutritivos.

Para degustar antojitos de la región y comprar artesanías variadas nada mejor que explorar el tianguis de los lunes. Quienes lo recorren tienen una experiencia plena del folclor mexiquense. Lo mismo sucede con el Jardín de las Cactáceas, ya que nos da la oportunidad de conocer de primera mano muchas de las plantas particulares de la región. Los visitantes encontrarán en este jardín palmas de diferentes especies, magueyes, biznagas y numerosas variedades más.

Qué comprar en San Juan Teotihuacán Pueblo Mágico

En lo referente a las fiestas y celebraciones de San Juan Teotihuacán, recomendamos visitar este pueblo mexiquense, en el marco de la Feria Regional de la Obsidiana, la fiesta dedicada a San Juan Bautista y la celebración en honor del Cristo Redentor.

La primera se efectúa en el mes de marzo y es un evento magnífico para adquirir artesanías elaboradas con esta bella roca, la segunda incluye varias misas, fuegos pirotécnicos y una gran feria y por último, la tercera tiene una duración de tres a ocho días, e incluye danzas indígenas, como la de los Sembradores, los Santiagueros y los Aztecas. También incluye pirotecnia, actividades deportivas y una enorme feria con juegos mecánicos.

Entre las muchas artesanías de lugar destacan las figuras y máscaras de barro, jade y obsidiana que imitan a las elaboradas en el periodo prehispánico. Se sigue realizando prendas hechas en telares de cintura como chales gabanes y suéteres de lana.