La sierra secreta de Puebla
Recorrer la Sierra Madre Oriental poblana no es solo un viaje a través de imponentes paisajes naturales, sino también un encuentro con la historia, la cultura y las raíces familiares que han dado forma a esta región. Desde el encantador Chignahuapan hasta el misterioso Valle de las Piedras Encimadas y la impresionante Barranca de los Jilgueros, cada rincón de la Sierra Madre Oriental ofrece una experiencia única y fascinante.
Recorrer la Sierra Madre Oriental poblana es una experiencia enriquecedora que combina historia, cultura y naturaleza. Desde los encantadores pueblos de Chignahuapan y Zacatlán de las Manzanas hasta los misteriosos paisajes del Valle de las Piedras Encimadas y la Barranca de los Jilgueros, cada rincón de esta región ofrece algo único y fascinante. Ya sea explorando los mercados de Cuetzalan, disfrutando de las aguas termales de Chignahuapan o aventurándose en los paisajes naturales de Tulimán, la Sierra Madre Oriental es un destino que deja una impresión duradera en todos sus visitantes.
Chignahuapan: Un Pueblo Encantador
Chignahuapan, uno de los pueblos más hermosos de la Sierra Madre Oriental, es conocido por su producción de esferas navideñas y sus impresionantes paisajes naturales. Su nombre, que significa "entre las nueve aguas", hace referencia a las nueve pozas de aguas termales a 50 grados centígrados que se encuentran en la región. Además, el Salto de Quetzalapa, una cascada de 100 metros de altura, y el parque ecoturístico de Tulimán son destinos imprescindibles para los amantes de la naturaleza.
Al entrar a Chignahuapan, los visitantes son recibidos por una escultura de una esfera de Navidad de metro y medio de diámetro, un símbolo del primer productor nacional de esferas navideñas. En la plaza central, destaca un kiosco multicolor estilo mudéjar con motivos indígenas, que armoniza perfectamente con la curiosa parroquia de Santiago el Apóstol. Ambos elementos son verdaderamente fuera de lo ordinario y merecen ser visitados.
Escondida en una jardinera de la plaza, se encuentra una estatua de Gaspar Enaine "Capulina", un hijo pródigo de la ciudad, inmortalizado en bronce en una de sus típicas risotadas. Además, la iglesia "del honguito" alberga un hongo petrificado diminuto con la imagen de Cristo crucificado, visible a través de una lupa. La Basílica de la Inmaculada Concepción también es notable por la escultura en madera de 14 metros de altura de la Virgen María, obra del poblano José Luis Silva.
Dos Regalos de la Naturaleza
El Valle de las Piedras Encimadas es un fenómeno geológico que ha dado lugar a leyendas sobre gigantes que colocaron esas monumentales rocas en caprichosos montones. En realidad, el valle se formó hace 60 millones de años debido a la actividad volcánica, reacciones químicas y agentes atmosféricos como la lluvia, el viento, el hielo y la humedad. Recorrer este valle es una experiencia única que transporta a los visitantes a un momento muy antiguo de la Tierra.
Otro regalo de la naturaleza en esta región es la Barranca de los Jilgueros, ubicada a escasos cuatro kilómetros de Zacatlán de las Manzanas. Este mirador natural ofrece vistas impresionantes del "mar de niebla", una neblina que cubre el bosque de coníferas en el fondo de la cañada y que se extiende hasta las paredes que forman la Sierra Madre Oriental en el horizonte. Este fenómeno natural es un espectáculo visual que no debe perderse.
Zacatlán de las Manzanas: Un Encuentro con la Tradición
A solo unos kilómetros de Chignahuapan, Zacatlán de las Manzanas es otro destino que no puede faltar en un recorrido por la Sierra Madre Oriental. Conocido por su producción de manzanas, este pintoresco pueblo ofrece una mezcla de tradiciones agrícolas y atractivos naturales. Los visitantes pueden explorar huertos de manzanas, degustar sidras artesanales y disfrutar de la hospitalidad de los lugareños.
El centro histórico de Zacatlán es encantador, con su plaza principal, iglesias y edificios coloniales bien conservados. Además, el Reloj Floral y el Museo del Reloj son atracciones populares que reflejan la importancia de la relojería en la historia del pueblo.
Cuetzalan: Un Mercado Multicultural
Otro destino destacado en la Sierra Madre Oriental es Cuetzalan, famoso por su mercado de trueque multicultural y sus nieblas caprichosas. Este pintoresco pueblo mágico ofrece una experiencia única, donde las tradiciones indígenas se mezclan con la vida moderna. El mercado de Cuetzalan es una explosión de colores, aromas y sabores, donde se pueden encontrar productos frescos, artesanías y textiles tradicionales.
Las calles empedradas de Cuetzalan y sus casas blancas con techos de teja roja crean un ambiente pintoresco que invita a perderse y explorar. Las danzas tradicionales, como la Danza de los Voladores, son una muestra del rico patrimonio cultural de la región.
Tulimán: Aventura y Naturaleza
Para los amantes de la aventura y la naturaleza, el parque ecoturístico de Tulimán es un destino ideal. Con sus impresionantes cascadas, ríos y senderos, Tulimán ofrece una variedad de actividades al aire libre, como senderismo, tirolesa y rappel. El Salto de Quetzalapa, visible desde el parque, es una de las principales atracciones, con sus aguas sulfurosas que caen desde una altura de 100 metros.