8 mentiras que ellas dicen a su pareja
Una relación afectiva y sentimental de pareja se basa en la confianza y en la honestidad que se tenga el uno con el otro, sin embargo, siempre existen ciertas verdades que nunca salen a la luz, ya sea por prejuicios o miedo, y en este caso hay mentiras que ellas dicen a su pareja de manera recurrente.
Como descubrirás a continuación, casi todas esas mentiras usualmente suelen estar enfocadas en la intimidad y la razón de decirlas es muy simple: el miedo a causar desavenencias innecesarias, herir sentimientos y provocar posteriores problemas, reproches y recriminaciones evitables.
Con esto no hablamos de mentiras que impliquen los servicios de una escort online, de un engaño premeditado o sencillamente una situación que represente un serio escollo en la relación, pero que, de salir a la luz, podría dañar la confianza, la estabilidad y la buena marcha de la relación afectiva.
Las 8 mentiras más usuales que ellas dicen a su pareja
De acuerdo a Dulzon.net, una prestigiosa plataforma de citas y encuentros casuales en Latinoamérica, la gran mayoría de sus usuarias femeninas afirmaron que durante sus relaciones sentimentales no suelen abrirse completamente a sus parejas por miedo al rechazo que puedan generar el revelar ciertos secretos del pasado.
Una encuesta informal reveló cuáles eran las mentiras más comunes que ellas dicen a su pareja:
- “Eres el mejor amante que he tenido”
Sin duda que es algo que todos deseamos que nos digan, pero la mayoría de las veces no suele ser verdad.
De acuerdo a un estudio publicado por la destacada terapeuta de parejas, Tracey Cox, más del 70% de las mujeres suelen exagerar la satisfacción del encuentro sexual con sus parejas actuales para no herir sus sentimientos.
Se trata de una mentira que puede ser de doble filo porque mantiene alta la autoestima sexual de la pareja, pero al mismo tiempo la mujer termina hundida en una carencia satisfactoria perenne porque es imposible sugerirle cómo mejorar.
Por otro lado, la incertidumbre y el miedo ante la posible respuesta de la pareja denota una falta de confianza que, si el hombre lo descubre, podría traducirse en un eterno resentimiento.
- “Yo no finjo orgasmos”
Esta mentira es inclusive peor que la anterior porque condena a la mujer a una eterna “sequía” de satisfacción sexual. De acuerdo a psicoanalistas latinoamericanos, más del 58% de las mujeres aseguran que les es muy difícil, si no imposible, alcanzar el orgasmo durante el coito y se ven obligadas a fingir los orgasmos para no herir a sus parejas y a satisfacerse mediante la masturbación.
La ironía del asunto es que muchas veces las razones por las que esas mujeres no alcanzan el clímax se puede deber a detalles fáciles de resolver, por ejemplo posturas más cómodas, mayor o menor intensidad en la penetración, un poco más de lubricación, etc.
Al mentir, la mujer no se está protegiendo de la reacción de su pareja, sino que está atentando contra su propia satisfacción femenina.
- “Eres sensacional en la cama”
De todas las mentiras que se le puedan decir a la pareja esta es en especial grave porque es altamente contraproducente. Mantiene en un círculo vicioso al hombre elevándolo a un altar de “super macho” y crea un ambiente enrarecido dentro de la intimidad, y si el hombre se entera, podría afectar gravemente su confianza futura, creando un nuevo problema muy difícil de solucionar.
Por supuesto que si el encuentro sexual fue muy satisfactorio es magnífico hacérselo saber a la pareja, pero si no ha estado a la “altura” lo mejor es ser sinceras y decirlo sin tapujos con el objetivo de ver cómo podría mejorar y que hacer para que sea realmente satisfactorio.
- “Yo no veo pornografía”
Para utilizar una expresión coloquial, esta mentira no se la creen ni ellas mismas y lo que producirá será una sonrisa de cinismo por parte de cualquier hombre.
Si bien en el pasado la pornografía iba dirigida casi en un 100% a un público masculino, en la actualidad las mujeres representan un segmento muy importante dentro del mercado de pornografía, alcanzando en algunos países latinoamericanos la impresionante cifra de hasta un 60% de chicas que la disfrutan.
Por ejemplo, en las plataformas de pornografía más importantes más del 30% de sus clientes son mujeres
Los tiempos cambian y las sociedades también. Antes podía estar mal visto que una mujer viera pornografía, pero en la actualidad negar que se disfruta de un estímulo sexual es absurdo, y más aún si se trata de uno que ambos pueden disfrutar en la intimidad.
- “No me masturbo”
Esta mentira no solo no se la cree ningún hombre, sino que además es absurda y sin sentido. En un estudio de sexología en la Universidad de Indiana en Estados Unidos, más del 70% del público femenino declaró que disfrutaban de la práctica onanista y el 30% restante no lo hacía porque mantenían muchas relaciones sexuales cotidianas.
Al igual que la pornografía, la masturbación estaba mal vista muchas décadas atrás, inclusive en el siglo XIX estaba considerada una enfermedad psicológica conocida como “histeria”.
Actualmente la masturbación está considerada una práctica muy excitante para hacerla con la pareja y representa un estímulo sexual, así que decir esta mentira es una completa tontería en la actualidad.
- “Nunca tengo fantasías”
Esta mentira suelen decirla aquellas mujeres que tienen miedo de la reacción de sus parejas, en especial de hombres machistas, muy violentos o posesivos.
Las fantasías sexuales pueden ser vistas como un tabú en algunas relaciones de parejas, pero en otras pueden representar un incentivo o una oportunidad para salir de la rutina haciéndolas realidad, en especial aquellas donde haya cambios de roles, dominación o vouyerismo. Una fantasía sexual no tiene por qué implicar obligatoriamente a un tercero.
Quizás no siempre se puedan cumplir dichas fantasías, pero negar su existencia puede privar a las mujeres de vivir nuevas experiencias interesantes e inesperadas.
- “Tienes el pene más grande que he visto en mi vida”
Mentira cruel, muy cruel, además de que muchos hombres pueden saber perfectamente si le están diciendo la verdad (al fin y al cabo, ellos se lo ven a diario y conocen su tamaño).
Aunque la frase “el tamaño sí importa” no es correcta porque cualquier pene de 13 centímetros en adelante proporciona satisfacción garantizada, en el inconsciente colectivo se ha masificado como una verdad sagrada debido, en especial, a los medios y a la publicidad.
La realidad es que todos los penes varían en tamaño, anchura y en dureza, lo realmente importante es cuánto tiempo se puede mantener la erección. Si la relación es satisfactoria y el sexo también, no es necesario decir este tipo de mentiras innecesarias.
- “Jamás he sido infiel”
De todas las mentiras de este listado esta sin dudas es la más delicada de confesar. No solo se trata de un nivel de confianza elevado, sino que la mujer deberá evaluar su afectará su relación porque muchos hombres pueden pensar “si eso se lo hicieron a los demás de seguro me lo harán a mí”.
De acuerdo a varios estudios sociológicos de las principales universidades latinoamericanas, más del 80% de los hombres y mujeres tienen temor de confesar infidelidades pasadas por miedo a que afecte la confianza de sus actuales parejas.