Durango es un estado del norte de la República Mexicana que destaca por distintas facetas de su proyección turística.

Una de ellas se relaciona con Nombre de Dios, localidad recientemente declarada como Pueblo

Mágico.

En un entorno natural que destaca por su aridez, Nombre de Dios se ubica en un auténtico oasis: una zona silvestre con fértiles campos humedecidos por el caudal del río Tunal y sus distintos afluentes.

Conozcamos más a fondo lo mejor que tiene para ofrecernos la comunidad duranguense de Nombre de Dios desde

una perspectiva turística.

El paisaje de Nombre de Dios está definido por ojos de agua, riachuelos cantarines y hermosas cascadas. A estos elementos hay que agregar las abundantes torres de iglesia que engalanan el panorama urbano de esta ciudad

provincial.

Cabe mencionar que algunas de las construcciones religiosas de Nombre de Dios son de las más antiguas en todo el estado de Durango.

Para visitar este joven Pueblo Mágico de México la vía de acceso más importante es la carretera 45, misma que cruza por el oriente de Durango, transitando por un espacio colmado de mezquites y huizaches. Visitar Nombre de Dios nos da la oportunidad de admirar la espectacular cascada de El Saltito, cuerpo de agua que se encuentra a

unos 20 minutos de la capital del estado con rumbo al Pueblo Mágico que les recomendamos visitar.

En El Saltito

los visitantes hallarán cascadas de hasta 20 metros de altura que surgen de entre el áspero entorno como si se tratara de un ensueño silvestre.

Por lo demás, Nombre de Dios es la cabecera del municipio homónimo y la comunidad más importante del rumbo. Uno de sus principales atractivos turísticos es el Templo de San Francisco, excelente obra de arquitectura religiosa

particular de los siglos XIV al XVI.

No menos atrayente es el Templo de Jesús Nazareno, ya que en su interior se atesoran notables obras de arte sacro de los tiempos virreinales.

Aunado a lo anterior, vale la pena visitar Nombre de Dios no solo por los atractivos creados por la actividad

humana, sino también por sus numerosas bellezas silvestres.

Como muestra de lo anterior tenemos el paraje denominado como Los Salones, el cual es abundante en sabinos.

En este espacio campirano regado por las aguas del río Tunal los visitantes tienen la impresión de hallarse en un escenario cinematográfico.

Lo mismo sucede en otros lugares de la entidad que cuentan con una gran proyección turística.

No menos aconsejable resulta explorar Ojo de Agua de los Berros, una diminuta comunidad surgida en torno a un pequeño oasis rebosante de sabinos y de sauces. Justo en este paraje el religioso franciscano Gerónimo de Mendoza realizó en el año de 1555 la misa católica más antigua de la que se tenga registro en la zona, es decir,

en la Nueva Vizcaya, un territorio novohispano que comprendía porciones de los actuales estados de Coahuila, Sinaloa, Chihuahua y Durango.

Vale la pena visitar Nombre de Dios, Pueblo Mágico del estado de Durango, para conocer lo mejor de las

tradiciones y costumbres de la entidad y varios de los sitios naturales más bellos del norte del país.

Qué visitar en Nombre de Dios, Pueblo Mágico

Según las creencias populares de la zona, se cuenta que cuando Dios mismo hizo un reparto de riquezas en la tierra, dejó caer una canasta de ellas en el Valle de Nombre de Dios. Tal nombre estaba inspirado en lo fértil de sus tierras, humedecidas por el río Tunal, sus vastas regiones arboladas, ojos de agua y cascadas.

Este Pueblo Mágico duranguense es un sitio colmado de leyendas y anécdotas históricas, en especial relacionadas

con los tiempos novohispanos.

La fundación de la comunidad data de 1563 cuando el religioso Fray Jerónimo de Mendoza inicio la evangelización de esas tierras. A tal religioso las etnias de la zona lo llamaban Fray Cintos y pensaban que poseía capacidades curativas y mágicas. En el Templo de San Francisco se encuentran los restos de Fray Cintos e incluso en nuestros días hay personas que acuden a la iglesia para honrarlo.

Algunas de las atracciones indispensables de conocer en Nombre de Dios son las siguientes: Museo Comunitario Contalpa, Ex Hacienda de Juana Guerra, Templo de Jesús Nazareno, Ex Hacienda de Juana Guerra, Cascada El Saltito, Río Mezquital, el paraje silvestre denominado Los Salones y el Ojo de Agua Los Berros.

Para los aficionados al ecoturismo la diversión se encuentra asegurada, ya que en el entorno de Nombre de Dios pueden hallarse excelentes balnearios como, por ejemplo, el Corredor Acuático La Constancia, Puente de Ibarra-Frontón, Las Fuentes, San Juan y Los Berros, entre varios más.

Qué comer en Nombre de Dios, Pueblo Mágico

En las fondas y restaurantes de Nombre de Dios pueden saborearse algunos de los antojitos más ricos de la gastronomía duranguense. Cuando visiten este destino de la provincia mexicana no se pierdan guisos como el asado rojo duranguense, el caldillo duranguense, los tamales con relleno de chile colorado, pollo con aceitunas, carne

de cerdo y frijoles refritos.

De la misma manera, también pueden hallarse suculentos postres como cajetas de frutas variadas, dulce de

chilacayote y dulces cristalizados de biznaga.

Por lo que se refiere a las bebidas típicas, en la zona se elaboran vinos frutales variados, así como también mezcales elaborados según recetas artesanales de la región.

Qué comprar en Nombre de Dios, Pueblo Mágico

Cuando se visita un lugar turístico atrayente y se pasan allí muy gratos momentos, siempre es grato llevar a casa algunos recuerdos y souvenires. En los comercios del pueblo es posible conseguir rústicos instrumentos musicales, objetos de cerámica, vasijas de arcilla, textiles de lana y bordados de excelente manufactura.

Resulta indispensable conocer el Mercado Gómez Palacio, localizado en el centro del pueblo. Allí se comercializan productos alimenticios artesanales, como carne seca, coloridos objetos artesanales, como llavero, cuadros y

hebillas de cinturón, ropa típica de la región, muebles y mucho más.

Lo mejor de todo es que tales mercancías se expenden a precios muy accesibles, además de que la experiencia de comprar artesanías en Nombre de Dios nos

acerca de lleno al estilo de vida tan sencillo, auténtico y fascinante de la comunidad.