La fiesta mexicana en la que no importa si eres diferente
México es un país de profundos contrastes.
Por un lado, aquí existen estados como el conservador Guanajuato, donde está prohibido besar y acariciar a tu pareja en la vía pública bajo pena de hasta 35 horas de prisión, o multa de treinta salarios mínimos (uno 1.500 pesos). Tampoco se pueden decir palabras vulgares por la calle. Ni tampoco pedir limosna.Al otro lado del espectro, sin embargo, encontramos Juchitán, donde se celebra una de las fiestas más rompedoras del país.
Donde no resaltarás por ser diferente, sobre todo en el ámbito sexual. Una fiesta que incluso es anterior al Desfile del Orgullo Gay de San Francisco. Estamos hablando de la llamada Vela de las Auténticas Intrépidas Buscadoras del Peligro.Esta fiesta se celebra en Juchitán cada noviembre, y muestra su respeto y consideración por los gays y transexuales.
A todos ellos se les engloba en el tercer sexo, y se les llama muxes. Desde la época precolombina, los zapotecas consideraban a los muxes parte de un tercer sexo, no mejor o peor que los hombres y mujeres, simplemente diferentes.Un estudio antropológico llevado a cabo durante la primera mitad de la década de los 1970 encontró que aproximadamente el 6 % de la población masculina del Istmo de Tehuantepec estaba compuesta por muxes.
Durante estas fiestas, los muxes suelen ataviarse con faldas zapotecas muy coloridas y cintas en el pelo.
En el día a día, si bien muchos muxes siguen vistiendo como varones, las faldas y las joyas no despiertan tantas miradas de suspicaces. No en vano, entre las familias de más arraigo y tradición indígena, se practica el matriarcado o la administración del hogar por parte de las mujeres.Las fiestas organizadas por Las intrépidas… arrancan con La regada del juevesn un pequeño desfile que arranca en la esquina de las calles de Ignacio Zaragoza y San Vicente y recorre el centro de Juchitán haciendo un cuadrado.
Luego viene La vela el sábado, que se inicia con el Desfile de las Embajadoras y Reinas.Juchitán también merece una visita el resto del año por uno de sus principales atractivos turísticos: el Mercado, donde se comercialian carne y tamales de iguana, de armadillo, conejo y huevos de tortuga.
Allí también es posible conseguir huaraches de cuero y trajes regionales hechos a mano por los artesanos de la ciudad.Juchitán es también un bastión de la izquierda radical mexicana: fue uno de los primeros municipios en todo el país en ser gobernado por un partido que no fuera el histórico Partido Revolucionario Institucional (PRI), un partido político de México que mantuvo el poder político sobre dicho país de manera hegemónica entre 1929 y 1989.