Si eres un empedernido aventurero y deseas conocer el lado más salvaje de La Paz, existen algunos turoperadores que ofrecen la experiencia del avistamiento de ballenas acompañado de un Tour de Manglares en los sistemas de Bahía Magdalena.

A lo largo de tres días podrás recorrer las dunas, los manglares y hasta una la colonia de lobos marinos para que mantengas un estrecho contacto con la naturaleza acampando a cielo abierto.

La Isla Magdalena se encuentra a sólo dos horas y media de La Paz, la bahía se encuentra del lado del Pacífico y es ahí en donde la ballena gris llega a alimentarse debido a la gran cantidad de microrganismos y peces que ahí habitan.

Viaja por los misteriosos canales del estero que representan la reserva biológica más importante de toda la península en donde sólo habitan los distintas especies de mangles como rojo, dulce, blanco, prieto y negro pues ninguna otra especie vegetal podría soportar la salinidad del agua de este singular bosque flotante.

Los manglares son el hábitat natural de cientos de aves que pueblan las copas de los mangles.

Cientos de observadores de aves y biólogos visitan la zona en busca de las especies que sobrevuelan los canales. Aquí podrás admirar águilas pescadoras, patobuzo, fragatas, gaviotas, ibis blanco, garzón y garza azul. También hay aves migratorias que llegan aquí por temporada como halcón peregrino, pelícano blanco y otras especies de aves típicas de la playa como chorlitos alejandrinos, piquigruesos, dorsirrojos y muchas especies más.

A pesar de que la Bahía Magdalena es un santuario natural de gran biodiversidad marina, también muestra una cara contrastante, típica de Baja California, que es la conjunción del mar y el desierto.

A lo largo de la bahía abundan islas rocosas, playas deshabitadas y extensas dunas que son visitadas cada inverno por cientos de turistas que pasan la noche en la isla en medio de un silencio total, bajo la luz de la luna, escuchando el profundo respirar de las ballenas cuando salen a tomar aire. Una experiencia mágica que no te puedes perder.

Cuando ir: Durante la temporada de avistamiento de ballenas que va de enero a marzo.

No te pierdas: El cantar de las ballenas a mitad de la noche.