Valle de Bravo es una oportunidad para disfrutar las atracciones de los grandes clubes de playa sin tener que salir del centro del país, pues se ubica en el norte del multifacético Estado de México, a poco más de 150 kilómetros de la capital del país.
Fundado en 1550 por frailes franciscanos en lo alto de las montañas, su belleza colonial se ha visto coronada con el portentoso lago, que en conjunto brinda una gran armonía a la vista y al espíritu.
Rodeado de un clima predominantemente templado, el conocido cuerpo de agua vallesano es en realidad una presa llamada originalmente Miguel Alemán, que fue construida en 1947 como parte de la Región Hidrológica Río Balsas.
Aunque ya no está en operación, actualmente es parte del Sistema Hidráulico de Cutzamala, que abastece de agua potable a toda la zona metropolitana, y brinda una gran belleza a sus visitantes con los manantiales y riachuelos que fluyen desde el río.
La vida entera de Valle de Bravo fluye alrededor del lago, donde navegan los mejores veleristas del país y miles de personas acuden en busca de esparcimiento, diversión, descanso y sanación.
Representa también una oportunidad para darse una vuelta por un sitio de fama internacional: la comunidad de Avándaro, que en los años sesenta fue sede del Circuito Automovilístico y en los setenta del Festival de Rock y Ruedas.
La Plaza de los Tres Árboles, en el centro del poblado, ha sufrido varias modificaciones a través del tiempo y en la actualidad tiene un bello kiosco en su centro y está rodeada por frondosos árboles que brindan una agradable sombra, ideal para sentarse a charlar en sus bancas mientras se admira la fachada de la iglesia y los portales que albergan restaurantes, cafeterías, antojerías y artesanías, y se saborea una nieve o unos deliciosos esquites preparados al estilo Valle de Bravo.
Pasear por el centro resulta muy gratificante, pues las calles empedradas pobladas por casitas de fachada roja albergan todo tipo de establecimientos, desde elegantes restaurantes y tiendas de artesanías hasta museos y galerías de arte, como la Casa Gironella, propiedad legada por este artista plástico de la Ruptura para exhibir su obra en el que fue su hogar por muchos años.
La Parroquia de San Francisco de Asís, a un costado del Zócalo, es el templo más alto del estado, con sus campanarios que se levantan a más de doce metros.
Para ahondar en la historia de Valle de Bravo se pueden visitar sitios como el Museo Arquelógico, con una colección de casi 500 piezas pertenecientes a grupos matlatzincas, los primeros en habitar la región, además de grandes cabezas de piedra, figurillas, ornamentos, desfibradores, malacates, vasijas y otros utensilios provenientes de Teotihuacán, Tlalpizáhuac, Malinalco, Calixtlahuaca, San Miguel Ixtapan y Tenango.
Otro interesante museo en este Pueblo Mágico es el Joaquín Arcadio Pagaza, dedicado al escritor decimonónico que con su poesía y trabajo académico se colocó en el punto central de la literatura mexicana a finales del siglo XIX.
Un punto muy pintoresco y lleno de cultura en Valle de Bravo es el Barrio de Santa María Ahuacatlán, cuya parroquia es hogar del Cristo Negro, conocido por sus milagros y protagonista de varias leyendas sobre su origen.
No cabe duda de que el centro de la vida de Valle de Bravo se encuentra en su hermoso lago, surcado por rápidos veleros y poblado por majestuosos barcos que se han habilitado cerca de los muelles como restaurantes.
Una visita a este Pueblo Mágico no está completa sin subir al Cerro de La Cruz, el punto de partida para la diversión, pues desde ahí salen los parapentes y alas delta que vuelan sobre el cuerpo de agua para admirarlo en su esplendor.
Otro punto imperdible para mirar el pueblo desde las alturas es La Peña, conocida también como la Montaña Misteriosa y ubicada a kilómetro y medio del centro, que se formó hace más de 150 millones de años y tiene más de 3,000 metros de altura sobre el nivel del mar. En la travesía hacia la cima, se pueden conocer las cuevas de roca caliza formadas en la Glaciación, y las leyendas que las habitan.
Los mejores veleristas del país se encuentran en Valle de Bravo, pues en el lago existen numerosos embarcaderos con muchas clases de veleros, para principiantes o para expertos, quienes incluso pertenecen a clubes y participan en competencias, como el Campeonato de Vela J/24, que aprovecha las características geográficas de este lugar para disfrutar de una sana competencia en medio del entorno montañoso.
En Valle de Bravo también se puede practicar golf, pues existen tres grandes campos en los alrededores del pueblo y en la comunidad vecina de Avándaro.
Existen otros atractivos naturales en este pueblo que gozan también de gran popularidad, como su cascada Velo de Novia, que se alimenta del arroyo San Juan y tiene una caída de 35 metros de altura.
En los alrededores se han instalado mesas, bancos y asadores para mayor comodidad de los visitantes, así como pequeños restaurantes, tiendas de artesanías, zonas de campamento y establecimientos de renta de caballos.
Otra cascada muy parecida, pero más pequeña, es la del Molino, alimentada por el lago y de 15 metros de altura.
Otro impresionante sitio es la Reserva Estatal Monte Alto, que desde 2013 preserva los recursos naturales de Valle de Bravo. Su exuberancia es tal que los antiguos matlatzincas lo conocían como "Cerro de Agua", pues en tiempo de lluvias se puede escuchar el murmullo de arroyos subterráneos fluyendo bajo el espeso manto de vegetación.
Este hermoso parque cuenta con veinte kilómetros de senderos sustentables para caminantes, ciclistas de montaña y jinetes, una zona de despegue para ala delta y parapente, vigilancia, instalaciones sanitarias, y un área de campismo con doce plataformas para acampar, cabañas y un área de convivencia con fogatas. Es también un estupendo lugar para el avistamiento de la mariposa monarca.
En Valle de Bravo se puede disfrutar de una inmensa variedad de sabores e ingredientes a lo largo de todo el día, como la cecina vallesana y la barbacoa de borrego para el desayuno, una refrescante comida con trucha y esquites de camarón, y para la cena, pizzas, pan recién horneado, elotes de cacahuacintle preparados y deliciosos churros rellenos, que están disponibles en la amplia oferta de restaurantes, posadas, fondas y puestos callejeros de este Pueblo Mágico, entre los que sobresalen La Taberna de Valle de Bravo, El Dipao (de rica cocina italiana) y Los Pericos, célebre por ubicarse sobre el lago y ofrecer una maravillosa vista.
El Mercado de Artesanías de Valle de Bravo es un hermoso lugar en el que se pueden conseguir delicados textiles, deshilados y tejidos, con motivos étnicos de la región, así como objetos de cerámica, barro café y hierro forjado, tanto utilitarios como decorativos.
Goza de un clima templado con lluvias en verano.
Los meses m�s calurosos son: mayo, junio, julio y agosto. La temperatura promedio anual es de 17.5�C. Las heladas se inician a mediados de diciembre y se prolongan hasta febrero.Por tierra:
Tomar la carretera federal 134, rumbo al Nevado de Toluca.
A 42km de Toluca debe tomar una desviación que pasa por Los Saucos.Tomar la carretera federal 15, rumbo a Morelia, Michoacán.
Desde Toluca son unos 55km hasta un entronque donde se dobla a la izquierda.Desde el D.
F., en la terminal poniente (metro observatorio) salen autobuses diarios a Valle de Bravo, vía Los Saucos cada hora y 15 min, vía Amanalco cada hora y 35 min., vía Monumento cada hora.