En lo profundo del desierto de Baja California Sur existe un oasis de clima cálido constante, verdes sembradíos y huertas de árboles frutales alimentadas por las filtraciones subterráneas de la Sierra La Laguna. Se trata de Todos Santos, Pueblo Mágico.
Estamos ante un pueblo fascinante en donde la interacción de surfistas, artistas y visitantes de todo el mundo es algo cotidiano, y propios y extraños quedan encantados por el ambiente bohemio, la vida artística, las calles llenas de tradición y las divertidas playas bañadas por las olas del Pacífico mexicano.
A solo 80 kilómetros de La Paz, la Misión de Nuestra Señora del Pilar de Todos Santos ha atravesado diversas vicisitudes a partir de su fundación en 1723 por la orden de los jesuitas, que la llevaron a ser destruida en varias ocasiones y sede de cruentas batallas y momentos históricos relevantes.
Los sitios de interés en Todos Santos se pueden explorar a varios niveles: histórico, cultural, deportivo, artístico, gastronómico, e incluso ecoturístico.
En el histórico, lo más elemental es conocer la Misión de Nuestra Señora del Pilar de Todos Santos, la iglesia principal del pueblo, que si bien no es la original erigida en el siglo XVIII, es una impresionante construcción formada por dos naves perpendiculares de distintas épocas y estilos en cuyo interior se encuentra una representación de la Virgen del Pilar.
Ubicada en la Plaza Principal, este templo comparte el paisaje con el Teatro General Manuel Márquez de León, construido en 1944 y que continúa funcionando en la actualidad.
Se puede recorrer Todos Santos a partir de ahí; ante la ausencia de taxis, conviene rentar un automóvil en La Paz o en Cabo San Lucas, de preferencia todoterreno, pues varias de las calles son de arena o arcilla, y están pobladas por casonas porfirianas con sus propios huertos, que impregnan el ambiente de frescura y ricos aromas.
A unas calles de la plaza, el Centro Cultural Siglo XXI alberga los primeros murales pintados en la península, en 1933.
Ofrece una visión general del poblado en sus salas con fotografías antiguas de personajes ilustres y momentos emblemáticos, objetos utilitarios de los primeros pobladores, y una pinacoteca con obras de los artistas locales.
La práctica del surf es solo un pretexto para recorrer las maravillosas playas de Todos Santos, a solo tres kilómetros del centro.
Las más sugestivas y divertidas son Punta Lobos, Batequito, La Pastora, Los Esteros, San Pedrito y Cerritos, con olas fuertes ideales para el surfing profesional y aficionado.
Junto con las playas bañadas por las aguas del Pacífico, donde se puede participar en campamentos de conservación y protección de tortugas marinas, avistar animales marinos y practicar pesca deportiva, la Reserva de la Biósfera Sierra de la Laguna constituye una oportunidad para realizar ecoturismo en Todos Santos, con su privilegiada variedad de flora y fauna endémica, manantiales y selvas.
Además de las grandes olas y la extensa oferta de piezas de arte, Todos Santos es un pueblo que se disfruta a través de sus eventos, algunos de los cuales han tomado especial relevancia en los circuitos culturales.
El primero de ellos tiene lugar en enero: el Todos Santos Music Fest, fundado en 2012 por Peter Buck, guitarrista de la banda de rock alternativo R.E.M. Patrocinado por Vaso Loco LLC y el Hotel California, celebra las profundas raíces culturales del pueblo al tiempo que recauda fondos para organizaciones benéficas locales, pues cuenta con la participación de artistas y bandas regionales, nacionales e internacionales.
Otros eventos de ámbito más local, pero igual de importantes para los todosanteños, son el Festival del Mango, en julio, y el del Tiburón, en noviembre, que tienen como misión promover las actividades agrícolas de la región y la conservación de especies marinas en las playas del Océano Pacífico.
La calidad de los alimentos cultivados en las huertas y los campos de Todos Santos se refleja totalmente en la gastronomía local.
Vale la pena armar un tour por los restaurantes locales para disfrutar todos los sabores, texturas y combinaciones posibles, mientras se disfruta de los cálidos ambientes y las buenas charlas con los lugareños.
Entre los ingredientes más característicos de esta región encontramos productos marinos como langosta, camarón y almejas, y numerosos dulces típicos a base de frutas como ates de mango y guayaba, mermeladas de tomate, caramelos cubiertos en almíbar de papaya, calabaza, camote, ciruela o naranja, y las clásicas coyotas, que son gorditas de harina de trigo rellenas de piloncillo.
Los Pueblos Mágicos suelen ser una fuente inagotable de historia y cultura, pero también de la sensibilidad artística de sus habitantes.
Todos Santos es inigualable en este sentido, pues además de sus numerosas galerías de arte, al pasear por sus calles cubiertas de cactus y antiguas construcciones de adobe sus visitantes tropiezan con cafeterías, hoteles boutique, librerías y tiendas de todo tipo.
Por ejemplo, La Popular, en el Hotel California, fue la primera del pueblo y actualmente ofrece una gran variedad de piezas de arte vintage y contemporáneo, artesanías locales y productos orgánicos provenientes de las huertas.
En Todos Santos existen varios tipos de lugares para hospedarse, desde hostales y lugares para acampar en las playas hasta lujosos hoteles.
El Hotel California es uno de los más míticos, pues a su alrededor giran numerosas historias que incluyen espíritus y curiosos personajes; uno de los rumores más difundidos asegura que este hotel inspiró la famosa canción de The Eagles, del mismo nombre.
Otro de los mejores es el Guaycura, un hotel boutique ubicado en un edificio histórico del centro, que cuenta con cómodas recámaras de estilo mexicano, terraza con alberca, bar con una espléndida vista, tres restaurantes, y un magnífico club de playa a 5 kilómetros, donde sus visitantes pueden relajarse en el spa y degustar frescos mariscos mientras contemplan la costa, las montañas y el desierto.
También cerca de la playa, específicamente en el Barrio La Poza, está el hotel Casablanca B&B, un pacífico espacio para relajarse y disfrutar la brisa marina del Océano Pacífico.
Además de amplias habitaciones, ofrece a sus huéspedes hermosas áreas de descanso al aire libre, una hermosa piscina y las deliciosas creaciones culinarias de su posadera Isabel, quien comparte con el mundo su pasión por la cocina.
Se puede llegar a Todos Santos por avión, al aeropuerto de La Paz, a través de AeroMéxico, Interjet y Volaris; a partir de ahí, el camino en automóvil o autobús es sumamente disfrutable, por los paisajes de la Carretera Transpeninsular y la Federal 19.