Tequila posee un clima subtropical semiárido, con inviernos y primaveras secos y templados. La temperatura media es de 23.2 grados Celsius, con una media de precipitación de 1,073.1 milímetros. Las lluvias ocurren habitualmente entre los meses de junio y octubre.
La historia de Tequila, en el hermoso estado de Jalisco, como Pueblo Mágico, es la de una de las empresas más tradicionales y emblemáticas de México: José Cuervo, cuyos fundadores tuvieron la visión de llenar el amplio valle de tierra volcánica rojiza y clima semitropical de plantas de agave tequilana, de las que ya se obtenía una deliciosa bebida que aún no se destilaba: El Mezcal.
Como buen Pueblo Mágico, una visita a Tequila puede comenzar en su bella Plaza de Armas, cuyo kiosco bronceado al sol es el escenario perfecto para la vida cultural y cotidiana de los tequileños, junto con las fuentes, murales y esculturas que recuerdan a los héroes locales, promotores y defensores del tequila a lo largo de la historia, como Francisco Javier Sauza Mora, o al célebre director de orquesta Arturo Xavier González, oriundo del lugar.
Alrededor de la plaza se pueden visitar apacibles restaurantes, galerías, tiendas y museos, así como bares y recintos culturales; justo enfrente se ubica la Parroquia de Santiago Apóstol, construida en la mitad del siglo XVII para que los españoles tuvieran un lugar digno para asistir a misa. Si bien no es especialmente bella, en su seno se han vivido diversos episodios históricos, sobre todo en las épocas independentista y revolucionaria.
Las calles de Tequila se encuentran pobladas por numerosas fábricas de la bebida homónima, desde las más caseras y pequeñas hasta las grandes industrias que han logrado llevar sus botellas a todo el mundo. El mejor modo de recorrerlas es el tren Tequila Express, que opera desde Guadalajara hasta la destilería de Herradura, en la Hacienda San José del Refugio de Amatitlán, pasando por el Pueblo Mágico y ofreciendo experiencias sin igual en medio de música de mariachi, degustaciones del delicioso licor, lunadas y paseos por los agaveros.
En medio de todas esas destilerías se encuentran los emblemáticos lavaderos comunales de Tequila, construidos en 1918 por el gobierno de Cipriano Rosales. A su alrededor pululan numerosas leyendas y relatos curiosos, como el de doña Félix, lavandera que visitó día tras día el lugar durante 70 años y que aún después de muerta se empeña en conservar su lavadero poniendo su banquito, por lo que los pobladores decidieron fijarlo con cemento al piso para honrar su memoria.
Por supuesto, Tequila solo se conoce a profundidad visitando sus destilerías y campos de agave, que en su mayoría ofrecen visitas guiadas y diversas actividades en sus instalaciones.
Una de las más conocidas es Mundo Cuervo, una opción que integra en un microuniverso todo lo que hay que experimentar en el Pueblo Mágico: el paseo en tren a través del paisaje rojo espinado de azul, la exploración del proceso de destilación del tequila en la fábrica más antigua, La Rojeña, y un cómodo y plácido hotel para descansar de tantas aventuras.
En Casa Sauza se organizan desde tours guiados por su destilería La Perseverancia y catas en la Quinta Sauza, hasta eventos corporativos en torno a la producción y comercialización de tequila, pasando por acontecimientos de índole social como bodas y fiestas, que aprovechan los bellos paisajes de las plantaciones de agave para enmarcar momentos inolvidables.
Desde las alturas de la Hacienda Tequilera La Fortaleza, en las faldas del volcán, se pueden admirar impresionantes vistas del pueblo entero, además de probar una rústica selección de asombrosos tequilas orgánicos y artesanales. Del otro lado de la moneda, se encuentra la fábrica de Auténtica Tequilera, que cuenta con un moderno proceso para la obtención de mezcales y tequilas de enorme calidad.
Para terminar de explorar el fantástico mundo del tequila, vale mucho la pena visitar el Museo Nacional del Tequila, de vuelta en el centro histórico, que desde el año 2000 realiza, a través de cinco grandes salas, un recorrido histórico del nacimiento y arraigo de la cultura tequilera en el poblado: Orígenes, Pioneros, Industriales, Tequila y El Tequila en el Arte.
En este hermoso museo se pueden admirar piezas como hallazgos arqueológicos de la zona, una vivienda elaborada con pencas, historias sobre Mayahuel, la diosa del maguey y del pulque, herramientas para el cultivo y cosecha del agave, fotografías de los campos agaveros y de la familia Sauza, timbres postales, botellas, monedas y cientos de objetos utilitarios, pinturas y documentos relacionados con el proceso de elaboración de la tradicional bebida destilada.
Por otro lado, una dimensión muy importante de Tequila es el turismo de aventura que puede practicarse en él, pues su paisaje montañoso se presta para actividades como el rappel, el senderismo y el salto en tirolesa, entre varias otras. Los sitios idóneos para estas actividades son la Barranca del Río Santiago, donde además puede tomarse un vuelo en avión ultraligero, o seguir el Paseo del Río, a través de pozas naturales y cristalinas caídas de agua.
Otra de las vistas más impresionantes del lugar puede obtenerse desde el mirador de la Barranca de Tequila, a dos kilómetros de la cabecera municipal, que ofrece un hermoso panorama de acantilados y coloridos plantíos de mangos, ciruelas y anones, rematados por el Cerro del Chiquihuitillo, sitio prehispánico donde se asentaron los primeros pobladores que después conformaron Santiago de Tequila.
En un Pueblo Mágico como este no se puede dejar de disfrutar una rica birria o pozole acompañados de un rico tequila, o mejor aún, hechos con la espirituosa bebida, como los huevos, guisados y postres que se sirven en restaurantes, bares y cafeterías como La Taberna del Cofrade, La Posta y El Callejón.
Además, en los puestos de la Plaza de Armas se pueden beber las famosas "pachecadas", elaboradas con tejuino (maíz fermentado), cerveza y un poco de sal.
Por supuesto, visitar la tierra del tequila es el pretexto perfecto para llevarse una o varias de las marcas que se elaboran ahí, como las de las casas Cuervo, Sauza, La Fortaleza o la Cofradía, que se pueden encontrar en hermosas botellas de vidrio o en pequeñas barricas hechas de agave o madera; además, no hay que dejar de lado los numerosos accesorios tequileros como riñoneras, tarros, caballitos, ánforas cubiertas de cuero, agitadores, y muchos más.
Tequila posee un clima subtropical semi�rido, con inviernos y primaveras secos y templados.
La temperatura media es de 23.2 grados Celsius, con una media de precipitaci�n de 1,073.1 mil�metros. Las lluvias ocurren habitualmente entre los meses de junio y octubre.Se puede llegar a este Pueblo Mágico en avión, a través del aeropuerto de la ciudad de Guadalajara, al que llegan las aerolíneas Aeroméxico, Interjet, VivaAerobus y Volaris. A partir de ahí, en automóvil son 69 kilómetros por las Autopistas Federales 23 y 15. En autobús, la línea Tequila Plus sale desde Guadalajara y pasa por todos los puntos de la Ruta del Tequila.
Como ya se había mencionado, el Tequila Express es la manera más original y grata de llegar a Tequila desde Guadalajara y recorriendo el Valle de Amatitlán en medio de música, bebida y diversión.