El clima de Real del Monte, Pueblo Mágico del estado de Hidalgo, es frío, con una temperatura media anual de 12.1°C.
En medio de un encantador paisaje montañoso se alza una peculiar villa de notable estilo británico, que contrasta con los aromas del campo mexicano a pulque y maíz; se trata de Real del Monte, Pueblo Mágico del estado de Hidalgo, que debe su belleza a un glorioso pasado minero del que solo queda el recuerdo y los túneles de las minas convertidos en museos.
Desde hacer tiempo el pueblo se ha sostenido prácticamente del turismo, el comercio de artesanías y la actividad agrícola y ganadera. Fue nombrado Pueblo Mágico por sus hermosos edificios históricos, sobre todo religiosos, y las historias que perviven en el interior de sus minas abandonadas.
Para darse una idea del impacto que tuvo el pueblo inglés en el desarrollo de Real del Monte, basta darse una vuelta por el Panteón Inglés, localizado en la cima del Cerro del Judío, al que se puede llegar subiendo una calzada a partir de la mina de Dolores.
Actualmente conocida como Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, la otrora Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción es el punto central de este Pueblo Mágico. Sus detalles arquitectónicos delatan los tiempos de su construcción, a caballo entre tres siglos.
Frente al complejo religioso se encuentra la Plaza Principal, que desde 1885 ostenta en su centro una bella fuente y un kiosco de hierro fundido traídos de Inglaterra, así como una estatua del cura Hidalgo.
Frente a la Plaza Juárez, a unas cuadras de ahí, se puede admirar el Monumento al Minero, uno de los símbolos más representativos de la ciudad.
El segundo templo levantado por los franciscanos en Real del Monte fue la Iglesia de la Santa Veracruz, al sur de la Plaza Principal, donde en 1584 se fundó una cofradía que llegó a ser la más famosa y rica de su tiempo, ya que sus ornamentos se requerían frecuentemente para los oficios religiosos parroquiales.
En su interior se conservan dos antiguos retablos dorados, de la última etapa del barroco, que representan las imágenes de Santa Anna y San Joaquín.
Subirse al turibús es el mejor modo de recorrer este poblado, pues se pueden conocer los talleres de platería de los alrededores y probar en el Museo del Paste las variedades que los pobladores han creado a lo largo de su historia, además de los tradicionales de papa con carne.
En el Día del Minero, cada 11 de julio, tiene lugar el Festival de la Plata, que fomenta el desarrollo orfebre-artesanal de los plateros locales.
Los barretoneros de Real del Monte llegaron a tener trabajo en más de 140 minas de oro y plata, la mayoría de las cuales se encuentran actualmente inactivas.
Algunas de ellas han sido convertidas en museos, como la de Acosta, que fue explotada desde 1727 hasta 1985, por lo que en sus túneles se pueden explorar los periodos históricos de la Colonia, el progreso inglés con la era del vapor y la llegada de la electricidad con los inversionistas norteamericanos.
La mina La Dificultad es el conjunto histórico monumental más importante del Pueblo Mágico y un valioso testimonio de las transformaciones tecnológicas vividas en México a finales del siglo XIX, no solo en Real del Monte, sino también en Pachuca, Mineral del Chico, Mineral de La Reforma, Huasca y la Sierra de la Navajas.
Como uno de sus hechos más sobresalientes, esta mina albergó la máquina de vapor más potente del país, utilizada para el desagüe de los túneles con sus 580 caballos de vapor.
Un recinto cultural único en su tipo es el Museo de Medicina laboral, antiguamente conocido como Hospital del Minero, que de 1907 a 1982 brindó servicios especializados a los trabajadores de las minas y sus familias, pues solían sufrir accidentes en los túneles y con el tiempo la mayoría desarrollaba silicosis, enfermedad crónica del aparato respiratorio por aspirar polvo de sílice en enormes cantidades.
Más allá de esta importante histórica, Real del Monte es un sitio con grandes bellezas naturales a su alrededor.
Es por ello que ha sido locación de numerosas producciones televisivas y cinematográficas en el último siglo, que han quedado inmortalizadas en una serie de fotografías colocadas en el célebre Callejón de los Artistas.
Entre las maravillas naturales más socorridas en este Pueblo Mágico se encuentran El Hiloche, poblado por pinos y encinos, que lo convierten en un sitio ideal para pasear y acampar a la luz de las estrellas.
En los 12 kilómetros que lo separan de la ciudad de Pachuca, existen varios miradores desde los que se puede apreciar un misterioso paisaje cubierto de neblina y verdor.
También cerca de Real del Monte se encuentran los famosos Prismas Basálticos, formaciones de piedra volcánica erosionadas por la fuerza del agua durante millones de años, que han adoptado forma de columnas verticales de cinco o seis caras, habitantes de la barranca de Alcholoya y responsables de la espectacular vista al recibir el agua de cuatro cascadas de 40 metros de altura, provenientes de la presa de San Antonio Regla.
Real del Monte es la cuna de los pastes, una especie de empanadas rellenas que provienen de 1824, cuando un grupo de británicos obtuvo la concesión de las minas de Pachuca y Real del Monte, y trajeron consigo este alimento, ideal para los trabajadores, que necesitaban un alimento nutritivo, fácil de comer y que se mantuviera caliente durante las horas de la jornada.
Los pastes se distinguen de las empanadas por varios detalles: deben llevar una trenza en la orilla, que originalmente servía para que los mineros no los ensuciaran de tierra al comerlos; la masa debe ser flexible y no deshacerse al morderlos; y lo más importante: el relleno, elaborado con carne, papa, perejil y cebolla, se introduce crudo en la masa, y se cuece dentro de hornos de tabique rojo.
Estas diferencias son importantes porque restaurantes de mucha tradición en Real del Monte como El Portal, sirven también deliciosas empanadas, cuyos rellenos son más diversos: desde los salados de mole, rajas, jamón con queso, tinga y picadillo, hasta los riquísimos de frutas como piña, manzana o zarzamora, o postres como el arroz con leche, la nata o la crema pastelera.
En este Pueblo Mágico, la plata y la madera son trabajadas exquisitamente; con estos materiales, los artesanos realizan delicadas piezas de joyería como pulseras, brazaletes, aretes y gargantillas, así como objetos decorativos.
Estos y muchos otros artículos pueden conseguirse en el Portal del Comercio, en donde también existe una amplia oferta de artesanías y dulces típicos regionales.
El clima es fr�o con una temperatura media anual de 12.
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