Real de Catorce, Pueblo Mágico de San Luis Potosí, tiene un clima de tipo seco estepario, con temperaturas que alcanzan hasta 42°C en el día y muy bajas durante la noche.
El nombre original de este singular pueblo del estado de San Luis Potosí fue Real de Minas de la Limpia Concepción de los Álamos de Catorce, concedido desde mediados del siglo XVII a mitad del siglo XVIII.
El pueblo fue incendiado por los indígenas y reconstruido, asignándosele una variante de su primer nombre: Real de Minas de Nuestra Señora de la Purísima Concepción de los Álamos de Catorce, denominación que perdió vigencia hacia principios del siglo XIX, ante la facilidad de los visitantes y lugareños de nombrarlo simplemente como Catorce.
El pueblo de Real de Catorce está a 2,750 metros de altitud en la Sierra de Catorce, una de las más altas del altiplano mexicano, con cumbres que rebasan los 3,100 metros de altura.
A nivel turístico hay dos actividades principales que se pueden disfrutar en Real de Catorce; una tiene lugar en el pueblo y la otra en sus montañas.
Aunque es un lugar muy tranquilo y no ofrece vida nocturna, es ideal para descansar y reponerse del estrés de la ciudad, tanto que se podría definir como curativo. Sus paisajes son maravillosos, sobre todo por el cerro del "Quemado", lugar sagrado para los Huicholes y de encantadora belleza.
El Jardín Hidalgo es conocido como el corazón del pueblo, pues se encuentra circundado por árboles, locales comerciales y restaurantes, además de tesoros históricos y arquitectónicos.
Uno de ellos es la Plaza de Toros, construida en el siglo XIX en cantera rosa, cuya acústica es extraordinaria, al igual que su magnífica vista del valle y la cañada que rodea al poblado.
La Capilla de Guadalupe data de 1770 y tiene una sencilla fachada de arco de medio punto, flanqueada por torres de un solo cuerpo casi sin ornamentación.
Su interior es de planta de cruz latina y guarda un interesante conjunto de expresivas pinturas murales que reproducen varios temas religiosos.
Este recinto se encuentra flanqueado por el Antiguo Panteón de San Francisco, una gran muestra de sincretismo cultural por sus motivos huicholes referentes a su planta sagrada: el peyote.
El Palenque de Gallos es otra importante construcción de cantera rosa, material muy socorrido en la región. Levantado en 1863, tiene la forma de un anfiteatro romano, y en él se han presentado desde peleas de gallos hasta espectáculos artísticos cuando la ciudad gozaba de su prestigio de antaño.
Actualmente, este sitio se utiliza para realizar actividades y eventos artísticos y culturales.
También en el centro histórico de Real de Catorce se encuentra el templo de la Purísima Concepción, que data de finales del siglo XVIII, exactamente de 1793.
Su estilo arquitectónico es neoclásico con elementos dóricos y tiene una portada austera de cantera. Su planta tiene forma de cruz latina, y en ella destaca el piso de tarimas removibles de madera de mezquite.
Un sitio de gran importancia histórica es la Antigua Casa de la Moneda, hoy Casa de Cultura, pues fue aquí donde, en 1815, se acuñaron las monedas de bronce conocidas como cuartillas, que circularon por el país durante prácticamente todo el siglo XIX.
Actualmente, en su interior se exhiben exposiciones de moneda, cartonería, fotografía, pintura y arte huichol.
A todas estas bellezas se accede al atravesar el Túnel de Ogarrio, una fabulosa obra de ingeniería levantada en los albores del siglo XX, cuyo constructor fue un nativo de Ogarrio, España, de nombre Vicente Irízar.
Con sus 2.3 kilómetros de extensión, fue la última gran construcción que se hizo en Real de Catorce, antes de su inminente decadencia.
Antes de entrar al túnel, se localiza el sector conocido como "Pueblo Fantasma", donde se encuentran las ruinas de las instalaciones de la antigua compañía minera encargada de extraer la plata.
Así mismo, en el Museo Parroquial se resguardan objetos, fotografías y otras curiosidades encontradas en las minas y las construcciones de Real de Catorce.
Uno de los mejores puntos para apreciar la belleza de Real de Catorce es El Divisadero, así como el camino hacia la Estación Catorce, vertiginoso y lleno de alucinantes paisajes, entre el tornasol del impresionante cielo y la profundidad de la arena desértica, que puede recorrerse a pie o en un "Willy" (jeeps que brindan el servicio de transporte colectivo).
Una de las fiestas principales de Real de Catorce tiene lugar los primeros días de octubre, cuando se festeja al "Santo Charrito", San Francisco de Asís.
La celebración consta de varias etapas, las cuales culminan el 4 de octubre, día de su fiesta patronal.
Así, desde el 1 de octubre, "Panchito" es bajado de su altar y colocado al fondo de la parroquia de la Inmaculada Concepción, donde es venerado por sus fieles. Posteriormente es llevado en procesión por los feligreses por cada rincón del pueblo.
Durante los festejos se organiza una feria a la que acuden personas de todas partes de la República, e incluso, del extranjero, la mayoría atraída por la devoción al "Santo Charrito".
El dia 4 se le cantan Las Mañanitas y se celebra una misa que es presidida por la santa imagen, la cual finalmente es regresada a su nicho de la parroquia de la Purísima Concepción; después se entonan Las Golondrinas para despedirse de su protector.
Esta fecha es también muy especial para los huicholes del pueblo Wixárica, quienes recorren kilómetros para entregar sus ofrendas al cerro del Quemado.
Este cerro está considerado como un centro ceremonial de su geografía místico - religiosa, donde según sus creencias ancestrales nació el Abuelo Fuego (Tatewari), por lo que acuden a recolectar en Wirikuta (el bajío de Catorce, impropiamente llamado desierto) su alimento sagrado: el mágico cactus que ilumina su camino y su conciencia, el peyote (híkuri), por el que también peregrinan personas de todas las edades y nacionalidades en la búsqueda de un camino de corazón, en la comunión mística con el mágico cactus.
El arte de la cocina potosina se hace presente en este singular poblado, donde el visitante podrá degustar platillos como barbacoa o el famoso asado de boda, aderezados con un trago de aguardiente o de mezcal, así como las tradicionales gorditas catorceñas rellenas de chicharrón, papa con chorizo o barbacoa de El Rincón de Chabelo, o las enchiladas potosinas de La Providencia.
En este lugar, todos los sábados y domingos se instalan los tradicionales tianguis y mercadillos en los que se pueden encontrar todo tipo de artesanías, prendas y muebles de estilo rústico, así como las populares artesanías huicholas, llenas de color y significado.
En los puestos de las calles pueden además encontrarse hierbas aromáticas, rosa de Castilla para preparar infusiones, miel de mezquite, textiles de lana e instrumentos musicales de madera.
Uno de los sitios más interesantes para hospedarse en Real de Catorce es el Hotel del Altiplano, en la Estación Catorce, pues se trata de uno de los sitios más aislados para quedarse a descansar.
Otras opciones son El Mesón de la Abundancia, el Hotel El Real y el Shantiniketan, muy concentrados en la filosofía del pueblo, por lo que se preocupan de que sus instalaciones sean remansos de paz y meditación para sus huéspedes.
El clima es de tipo seco estepario, con temperaturas que alcanzan hasta 42�C en el d�a y muy bajas durante la noche.