El clima de la región es semiseco-semicálido. En verano, las temperaturas en esta ciudad superan frecuentemente los 40°C.
Piedras Negras es una ciudad fronteriza del noreste de México, en el Estado de Coahuila, donde encontrará el sabor latino de nuestra gente, la comida y sitios de interés, que pueden ser la diferencia entre el bullicio y tumulto de nuestras grandes ciudades y la paz y tranquilidad de una ciudad con la frontera más segura de toda la franja.
Cabe mencionar que se le dio este nombre debido a que en este lugar afloran ricos metales carboníferos.
Piedras Negras es la cuna del famoso Nacho, un platillo mundialmente conocido, que fue creado al azar por un empleado de un restaurante que quería agradar a unos comensales de Eagle Pass. Su nombre era Ignacio y se le ocurrió llamarlo “nacho”.
De ahí en adelante empezó la historia de la botana que traspasó fronteras. Cada año Piedras Negras celebra el Festival del Nacho.
Uno de los primeros lugares a visitar es el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, situado a sólo una milla del cruce en la frontera y que fue construido en 1859, después ha sido remodelado y ampliado con sus torres que fueron hechas en 1950.
Mercado Zaragoza, a unas dos cuadras del santuario. Ahí encuentra artesanías de toda la República mexicana a muy buenos precios. Son unos 80 puestos de venta, en donde encuentra joyería de plata, de oro, ropa para niños y adultos, con la diferencia de que casi todo es elaborado a mano por los artesanos mexicanos.
La Plaza de la Cultura es ell mejor y más impresionante homenaje a los antepasados. Es un Parque que fue inaugurado en el año 2005 y reúne réplicas de las diferentes obras indígenas encontradas a través de la historia.
En esta hermosa plaza convergen las distintas culturas de nuestro país. Contemple la gran Pirámide del Sol rodeada de verde vegetación. Una hermosa fuente danzante muestra por las noches un sincronizado ballet con luces multicolores. Uno de sus principales atractivos es el planetario, donde se exhiben películas didácticas para estudiantes y todo aquel que desee visitarlo. Si tiene suerte podrá encontrar en la plaza distintas exposiciones de pinturas o fotografías en tercera dimensión.
Además, tiene la Pirámide de los 365 Nichos, la del Castillo. Por otra parte tiene áreas para juegos infantiles, la Fuente musical con luz y sonido, Planetario, y esculturas en las zonas verdes en donde hay representación Olmeca, Azteca y Maya.
La Macro Plaza, es un gigantesco parque en donde se pueden diferentes actividades, como jugar tenis, baloncesto, micro-fútbol y sirve para celebrar las Fiestas Patrias, en donde se sitúan diferentes vendedores cada 16 de septiembre. Ahí está el Monumento a los Fundadores, La Torre del Reloj y la Concha Acustica.
Ruinas de la Misión San Bernardo, localizada en el poblado de Guerrero, a unos 20 minutos de Piedras Negras. Estas ruinas formaron parte del complejo Misional Franciscano del Río Grande del Norte.
Plaza Monumental Arispe con capacidad para 5 mil personas. En donde se presentan Corridas de Toros a través del año, siguiendo la fiel tradición de la Fiesta Brava, con toros de lidia y matadores profesionales.
Otra de las actividades que se practica es la cacería de una gran variedad de especies como cola blanca, bura, búfalo, codorniz, guajolote y paloma.
El norte de nuestro país está colmado de gratas sorpresas para todos los viajeros. Varios sitios fascinantes nos aguardan por esos rumbos de México, como la mencionada ciudad coahuilense de Piedras Negras. Tal y como su nombre lo refiere, en esta zona geográfica abundan diversos metales de origen carbonífero de oscura tonalidad.
La fundación de Piedras Negras data de los tiempos coloniales y ello explica en mucho su enorme atractivo cultural. Los lugareños habitan en un entorno repleto de históricos edificios, tradiciones artesanales, monumentos, antiguas anécdotas y valiosas usanzas gastronómicas.
Urbe limpia y atrayente, Piedras Negras es una ciudad fronteriza especialmente célebre por ser la “cuna del nacho”, botana que ha conseguido en años recientes una gran popularidad en todo el orbe.
Estando de paseo por los rumbos de Piedras Negras, les aconsejamos conocer el Museo de la Frontera Norte, ubicado en una zona a la que se conoce como “la puerta de México”. Es el sitio perfecto para conocer muchos de los tesoros históricos y culturales de esta ciudad coahuilense. Este recinto museístico cuenta con nueve áreas dedicadas a compartir la historia de la región. Por otra parte, las colecciones del museo incluyen más de 350 objetos históricos.
Muy interesante resulta también visitar el famoso Río Bravo, la frontera natural entre México y Estados Unidos. Centenares de persona efectúan el cruce de este río cotidianamente para llegar a Eagle Pass, urbe localizada del otro lado del Río Bravo. Para quienes tengan deseos de practicar el senderismo, ejercitarse en un ambiente de gran pureza natural o sencillamente conocer esta porción del territorio coahuilense, la perspectiva de explorar el Río Bravo es algo indispensable.
No menos imperdible resulta visitar la Macroplaza de Piedras Negras. Allí podrán hallar los visitantes diferentes atracciones turísticas para personas de todas las edades y preferencias lúdicas, como, por ejemplo, jardines, parques y juegos para niños. También destacan por su enorme potencial para la diversión las zonas deportivas del sitio y hasta una concha acústica para celebrar allí eventos especiales. Así también, en este sitio se ubica la célebre torre con reloj y destacados monumentos como el dedicado al Descubrimiento de América y el de los Fundadores.
Imposible no destacar otros atractivos de Piedras Negras como el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, bello edificio sacro que ha sido objeto de varias remodelaciones. También es indispensable conocer el Centro Histórico de Piedras Negras, sitio ideal para conocer los edificios más antiguos del lugar, como, por ejemplo, la Aduana, Correos, Telégrafos, Casa de la Cultura, Mercado Zaragoza, Antigua Presidencia Municipal y el Antiguo Hotel del Ferrocarril.
De la misma manera, les aconsejamos conocer la Misión de San Bernardo, templo construido en el siglo XVIII por los religiosos franciscanos. Este señorial edificio alguna vez formó parte del Complejo Misional Franciscano del Río Grande del Norte.