Mascota, Pueblo Mágico del estado de Jalisco, es un sitio de hermosos paisajes con ríos, valles y montañas que sobresalen por su vegetación compuesta por robles, abetos y pinos.
Este Pueblo Mágico tiene un singular encanto, pues en sus calles y callejones quedó impregnado el ambiente urbano que se vivió en ella durante el siglo XIX, cuando fue una importante agencia de minería en el estado y se llenó de haciendas y casonas, que se combinan con el aire provincial de la actualidad, rodeado de campos de avena, sorgo y maíz con la presencia perenne del bosque.
Un paseo por esta comunidad jalisciense comienza en el Palacio Municipal, un edificio del siglo XVIII de proyección neoclásica que se encuentra frente a la pintoresca Plaza Principal, con sus preciosos jardines, una arquitectura de tipo vernáculo y un bonito kiosco estilo neomúdejar.
A diferencia de la mayoría de los pueblos, Mascota carece de una enorme parroquia que le brinde un ícono a su paisaje; en su lugar, se encuentra el Templo Inconcluso de la Preciosa Sangre, un recinto que iba a ser realmente imponente pero se quedó sin terminar.
Sin embargo, sus cimientos y altos muros que sí se concluyeron son un testimonio de su majestuosidad. En la actualidad, dichos cimientos están rodeados de jardines que se han convertido en el escenario ideal para eventos culturales como conciertos u obras de teatro.
Una parroquia que sí se terminó fue la de Nuestra Señora de los Dolores, construcción de cal y canto del siglo XVIII que se ha mantenido en pie a pesar de haber sufrido fuertes movimientos sísmicos a lo largo de los siglos.
Más allá de su pasado decimonónico, Mascota alberga en sus suelos el Yacimiento Arqueológico El Pantano, localizado en la parte baja de un cerro donde fue descubierto un cementerio y objetos que datan del año 800 a.C.
Es por esto que el pueblo goza de dos museos: el de Arqueología, con cuatro salas de exhibición donde se presentan piezas arqueológicas y más de 600 piezas de hueso, cerámica y piedra, y el Museo de Piedra El Pedregal, que se distingue por su decoración con piedras y sus colecciones, que incluyen instrumentos musicales, juegos, artesanías, fotografías y muchos otros objetos interesantes.
Otros museos que se pueden conocer en Mascota son la Casa de la Cultura y el del Maestro Raúl Rodríguez Peña, que sigue las huellas de los personajes más destacados de la historia del pueblo.
Otro recinto muy interesante es el Museo de la Raicilla, donde se pueden aprender los procesos de producción del destilado del agave lechuguilla y disfrutar de una deliciosa bebida.
Este Pueblo Mágico jalisciense se ubica entre espectaculares parajes de montaña, los cuales incitan a los visitantes a desarrollar largas caminatas. Sencillo resulta dejarse cautivar por sus antiguas construcciones y por la cordialidad de los lugareños, siempre amables con los visitantes.
Sin duda alguna el corazón de esta comunidad jalisciense es la Plaza Principal. Vale la pena recorrerla y admirar su tradicional kiosco de neomudéjar estampa. Es un lugar magnífico para gozar de los atardeceres y para gozar de la lectura de un ameno libro en tanto se reposa en alguna de sus bancas. Para los afectos al turismo cultural- y en especial la historia-, siempre será agradable conocer un recinto como el Museo Arqueológico.
Allí se atesoran valiosas colecciones de objetos arqueológicos de asombrosa antiguedad. Muchos de estos ancestrales objetos fueron descubiertos en el área conocida como El Pantano.
Quienes gusten del turismo de naturaleza hallarán admirable la cercana laguna La Yerbabuena, grato sitio para contemplar, en un entorno silvestre abundante en gansos y patos. Así también, el cuerpo de agua en cuestión se presta mucho para la práctica del yoga, la meditación y otras disciplinas afines.
La región boscosa de Mascota ofrece a los aficionados al ecoturismo y la aventura un fascinante circuito de montaña, integrado por comunidades de los alrededores como Navidad, Juanacatlán, Cimarrón y Yerbabuena. Es recomendable dar recorridos en lancha, practicar el trekking, escalada en roca, paseos a caballo, moto y ciclismo.
Los sitios que todo aficionado al turismo de naturaleza debe visitar en sus vacaciones en Mascota son: la Laguna de Juanacatlán, la Presa Corrinchis, la Laguna de Yerbabuena, las Pilas de Agua Caliente, la Piedra La Narizona, el Volcán El Molcajete, el Campo Petrificado El Maipais, la cascada El Rincón de Ixcatán, el Cañón El Ocotillo, La Mesa Colorada y el Cañón El Tacote.
Las mejores fechas para visitar Mascota son del 9 al 15 de septiembre, cuando se festeja a la santa patrona Nuestra Señora de los Dolores en medio de música, color y procesiones, la Semana Santa, cuando se representa el Viacrucis en las calles principales del pueblo, y cualquier domingo, pues en la Plaza Principal se tocan bellas serenatas para el disfrute de propios y extraños.
Las tradiciones culinarias de Mascota y sus alrededores incluyen delicias como rico café de olla, galletas preparadas en casa, dulces artesanales, jocoque, panela, conservas de frutas y raicilla, además de platillos como pozole, carne con chile y gorditas, que pueden disfrutarse en el Mercado Municipal y en restaurantes como la Fonda de Doña Esther, La Casa de mi Abuelita y El Tapanco.
La principal artesanía en Mascota son las sandalias de piel conocidas como "huaraches"; resulta imperdible llevar a casa sus delicias gastronómicas como quesos, guayabas rellenas, orejones de mango, vino de nogal y raicilla, que se venden en el Mercado Municipal.
Mascota cuenta con una amplia oferta hotelera para todos los bolsillos. Uno de sus principales hoteles es el Sierra Lago Resort & Spa, muy cerca de la Laguna de Juanacatlán, por lo que el paisaje a su alrededor es asombroso.
Otra excelente opción para quedarse a seguir disfrutando de las bellezas y cultura del Pueblo Mágico es la Villa Cantabria, perfecta para eventos sociales por sus hermosos jardines. Por último, el Mesón de Santa Elena es una vieja casona que ofrece hermosas habitaciones en pleno centro.
El Municipio de Mascota se encuentra ubicado al occidente del estado de Jalisco, a 190 km de la ciudad de Guadalajara, desde donde se puede llegar en automóvil por las carreteras federales 15 y 70, o en autobús en las líneas ATM Talpa - Mascota que salen de la terminal antigua de Guadalajara y de Tlaquepaque. A la capital jalisciense se puede llegar en avión, a través de las aerolíneas Interjet, AeroMéxico, Volaris y VivaAerobus.