La tradición gastronómica de Aguascalientes se conformó en gran medida con recetas de viajeros provenientes de otras tierras y se enriqueció con ingredientes locales.
El Camino Real de Terra Adentro, que comparten los estados de México, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Chihuahua y, por supuesto, Aguascalientes, fue uno de los caminos más importantes del México colonial. Fue la ruta que conectó la región central con el extremo norte de la Nueva España. Este camino era usado por comerciantes, nobles y esclavos para transportar bienes y materia prima. Cuando pruebes un bocado de la variada gastronomía del estado notarás de inmediato la riqueza de su herencia.Platillos de otras partes de México, como enchiladas, mole, birria, pozole y lechón echaron raíces en Aguascalientes, en donde se les añadieron los excitantes sabores de productos de la región como uva, guayaba, chiles y durazno.
Percibe la festiva reacción de tus glándulas salivales al degustar platillos locales como las costilla de cerdo en salsa de guayaba, la sopa y el pollo a la campesina, los tacos de crema, los tamales de queso y mantequilla, el pan de elote, el mole de Aguascalientes, la sopa de cuatro chiles, el conejo a la chichimeca, entre otros platillos.Si permanecerás varios días en Aguascalientes, toma un paseo a Calvillo, famoso por su producción de guayaba, el ingrediente principal para una gran variedad de postres, jaleas, mermeladas, empanadas y rollos de dulce.
Otro de los apetecibles productos de la tierra hidrocálida es el vino. Aunque no encontrarás los famosos viñedos de Baja California, con sus coloridas tradiciones, los productores de Aguascalientes están enfocados en hacer vinos con mayor calidad, particularmente en los vinos artesanales. Haz un viaje al interior de la producción vitivinícola de esta tierra: en la Hacienda de Letras se realizan catas y tours para conocer el proceso del vino; podrás atestiguar cada etapa de la jornada, desde la plantación de las uvas hasta el envasado del producto.