Bacalar es una pintoresca comunidad del estado de Quintana Roo en la que amantes de la naturaleza, la aventura, la historia y las manifestaciones culturales encuentran un perfecto escenario. Con un potencial para el desarrollo de turismo de aventura, cultural e histórico, también ofrece el marco ideal para el desarrollo inmobiliario con campos de golf, unidades de cuidado ambiental y oferta hotelera en expansión.
El nombre original de Bacalar data de tiempos prehispánicos: Siyan Ka'an, que se traduce como "nacimiento del cielo", y Bakjalal, que quiere decir "cercado o rodeado de carrizos".
En la época prehispánica, Bacalar fue la población más importante y cabecera de Uaymil, una de las 16 provincias en que estaba dividida la península de Yucatán, antes de la llegada de los españoles. Fue un sitio comercial de primer orden puesto que era un punto de transferencia de mercancías traídas de Centroamérica, particularmente de la región de Ulúa, en Honduras.
Un paseo por Bacalar comienza en la Plaza Principal, en la parte alta del poblado, que cuenta con un kiosco y jardines bien cuidados; este lugar es el punto de reunión de todos los pobladores y la locación oficial para instalar la Feria de Bacalar.
A un lado de este parque se encuentra el Fuerte de San Felipe, levantado en 1729, que ha quedado como ejemplo de la arquitectura militar de la Nueva España, ya que evitó las incursiones de piratas y filibusteros, además de ser testigo de innumerables e históricas batallas en contra de los ingleses, quienes pretendían controlar el comercio del palo de tinte y de otras maderas preciosas existentes en la región. En aquel tiempo tuvo un puente levadizo y un foso que, en lugar de agua, contenía estacas puntiagudas para la defensa. Hoy, este foso es un bello jardín con diseños mayas y españoles en el que se observan machetes, rifles, balas de cañón y colas de serpientes de cascabel, las cuales tienen un profundo significado en la religión maya.
En el fuerte se ubica actualmente el Museo de San Felipe de Bacalar, que, aunque pequeño, narra en forma general el desarrollo histórico de la zona a través de cédulas, mapas y dibujos que muestran al visitante cómo llegaban los barcos a la laguna. Cerca de ahí se puede admirar la portentosa Parroquia de San Joaquín, una construcción de estilo colonial proveniente del siglo XVIII, con el techo abovedado dividido en naves.
Dos sitios importantes para el desarrollo cultural de Bacalar son la Casa de la Cultura, edificio del siglo XIX que fue reconstruido en 1990 para constituirse como un espacio de recreación en el que los habitantes pueden participar en eventos y tomar diversos talleres, como danza folklórica, poesía coral y teatral, manualidades, inglés y danzón. Por su parte, en la Casa Internacional del Escritor estos creadores encuentran un espacio idóneo para darles vida a sus obras.
Bacalar destaca entre los Pueblos Mágicos sureños por sus maravillas naturales, llenas de vida y color. La primera es la La Laguna de Bacalar o Laguna de los Siete Colores es una enorme extensión de aguas poco profundas, con arena blanca muy suave. Presenta un ligero oleaje de tonos azules apenas perceptible gracias a la composición de los cristales presentes, que genera un espectáculo simplemente fascinante.
Esta laguna es parte de un sistema lagunar de aproximadamente 55 kilómetros de largo que se comunica con la bahía de Chetumal por medio del Río Hondo y el estero de Chaac. A lo largo se han construido algunos hoteles y residencias privadas, que normalmente son concurridos los fines de semana y en época de vacaciones. Dentro de esta enorme extensión de agua existen pozas profundas en las que se puede bucear de manera muy segura, por su baja profundidad.
Por su parte, el Cenote Azul, 30 kilómetros al noroeste de Chetumal, tiene un manto líquido que conecta con el lago de Bacalar bajo una profundidad de 90 metros, que le brinda un encanto especial. En su exterior hay un restaurante típico que ofrece platillos de la región, hechos con mariscos y animales silvestres.
Este cenote es un sitio fuera de serie para el buceo, pues aun sin contar con una espectacular visibilidad, ofrece intrincados laberintos de raíces y troncos entrelazados y sobrepuestos, huecos de diversos tamaños y formaciones rocosas sobre sus paredes con inclinaciones entre verticales y negativas, con un fondo que permanece oculto a la distancia; cuenta con cavernas que invitan a ser penetradas, siempre que se cuente con guías expertos y el entrenamiento adecuado.
En el mes de febrero se realiza el Carnaval; en agosto, las fiestas de San Joaquín, patrono de la población, donde se llevan a cabo actividades religiosas, además de carreras de lanchas y motos acuáticas en la Laguna de Bacalar.
En Bacalar, como en el resto del estado, se tiene una gran influencia de la cocina yucateca y beliceña. De esta última destaca el platillo "rice and beans", que tiene la particularidad de estar cocinado con aceite de coco. También se elaboran tamales de xpelón (una variedad de frijol) y el sotobichay (brazo de reina) que es un tamal con chaya. Así mismo, se acostumbra el puchero y el chocolomo.
En los días de "Todos Santos" se preparan los mucbil pollos, tamales de la región que se hornean; además, existen numerosos platillos elaborados con pescados y mariscos, como el pan de cazón y el tikinxic, preparados de caracol; el mero, el guachinango y la langosta.
En Bacalar existe un nutrido grupo de artesanos que trabajan diversas técnicas, como el tallado en madera y en piedra, el teñido de ropa con cortezas de árboles de la región, bordados, tejidos, figuras de carrizo, hamacas, tejidos de palma y cestería.
Una sencilla vía para llegar al Pueblo Mágico de Bacalar es arribando a Chetumal por avión desde la CDMX o desde Cancún. Bacalar se localiza a unos 36 kilómetros del Aeropuerto Internacional de Cancún.
La ciudad más cercana a Bacalar es Chetumal, a 39 kilómetros, y a cuyo aeropuerto llegan los aviones de Interjet y Volaris. A partir de ahí, así como desde las ciudades de Tulum, Playa del Carmen y Cancún, pueden abordarse los autobuses del Mayab y ADO, o conducir en automóvil por las Carreteras Federales 186 y 307.