El Día de Muertos es una celebración ancestral mexicana que honra a quienes ya no están con nosotros. Más allá de ser una festividad llena de color y tradición, representa una profunda conexión con las raíces y una oportunidad para recordar a los seres queridos. Esta celebración, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, se vive de manera especial en los Pueblos Mágicos de México.
Hay mucho a tener en cuenta para visitar los pueblos mágicos en México. La mejor manera es ir en coche propio, ya que algunos quedan alejados. Para ello, hay que tener un buen seguro y usar el simulador de seguros de autos American Express puede ayudar. Además, hay que elegir de acuerdo a los gustos de cada uno, ya que lo que hace mágicos a estos pueblos es que son muy diferentes entre sí.
Una de las primeras recomendaciones para quienes nunca han vivido la experiencia de los pueblos mágicos y sobre todo del Día de Muertos, es Malinalco. Especialmente por su representación del mundo de los muertos, algo que gracias al cine hoy es mucho más conocido alrededor del mundo.
Malinalco se encuentra en el Estado de México, por lo cual hasta cierto punto es mucho más accesible en coche desde las principales ciudades del país. Es interesante por las decoraciones, por la tradición y por la celebración tanto en la plaza principal como en el panteón local.
Cada uno de los pueblos mágicos de México destaca en el Día de Muertos por enfocarse en alguna de las partes de la celebración o de las tradiciones, haciendo que sean luego celebraciones características de cada uno de estos lugares del país. Es preciso mencionar entonces a Taxco.
En Taxco, los recorridos callejeros por calles empedradas y adornadas con catrinas y ofrendas en los hogares es parte de la tradición, pero además, es interesante de visitar en el Día de Muertos por su Festival de las Lloronas, lo que eleva la tradición hasta lo cultural y lo artístico. Algo muy lindo de ver.
El antiguo pueblo minero que hoy destaca por una arquitectura muy pocas veces vista en México, ya que su desarrollo se produjo con mucha influencia cultural británica, también es uno de los destinos imprescindibles para quienes nunca han experimentado el Día de Muertos en su totalidad.
El desfile de catrinas y los adornos de sus calles, además de las ofrendas en todas sus calles, visten de colores e imprimen una atmósfera adecuada a este pueblo que también está dentro de las recomendaciones principales.
Posiblemente, se trate Pátzcuaro de uno de los lugares más conocidos de México cuando se habla del Día de Muertos. Por lo tanto, es uno de los destinos predilectos para los viajeros que van desde otros lugares de México o incluso de cualquier otro país del mundo.
Pátzcuaro es lindo, famoso, célebre, sobre todo para la celebración del Día de Muertos y para la fiesta de Todos los Santos. Es uno de los que más se adornan, de donde más ofrendas se colocan en el panteón nacional y aparte, de los que más actividades artísticas y culturales relacionadas hacen. Para muchos, es el pueblo mágico para hacer las mejores fotos del Día de Muertos.
El estado todo de San Luis Potosí es una decisión acertada para quienes quieren viajar y celebrar el Día de Muertos allá. Sin embargo, en lo que respecta a la elección de un pueblo mágico, Xilitla es una recomendación interesante.
La Huasteca Potosina va por libre. Las calles alumbradas por velas, los adornos de flores que simbolizan la entrada al cielo, la celebración tradicional del Xantolo, hacen que el Día de Muertos tenga una concepción más alegre, más floral y más mística, pero no por ello menos multitudinaria y bonita.