La Hacienda de los Santos nos brinda un bello lugar para alejarse del ritmo extenuante de las grandes ciudades.

Tras sus muros de adobe uno puede hallar estatuas y fuentes de gran belleza, así como también, albercas con azulejos, exóticos jardines y un excelente spa. También ponderable es su área para jugar al golf. Los espacios al aire libre de la Hacienda de los Santos son especialmente recomendables para leer un buen libro, meditar o sencillamente gozar del plácido ambiente que caracteriza a este lugar.

Otro de los aspectos que destacan de esta hacienda, localizada en el estado de Sonora, más específicamente en la encantadora comunidad de Álamos, es que cuenta con, salas de estar con chimeneas, libros y juegos de mesa, lo cual garantiza el bienestar y la diversión de las personas que acuden a este magnífico lugar durante sus vacaciones.

A los turistas que se alojan en la Hacienda de los Santos les puede tomar mucho tiempo la grata tarea de ir descubriendo todas las obras de arte y valiosas antigüedades con las que cuenta esta señorial construcción.

Los dueños de la Hacienda de los Santos son dos ciudadanos estadounidenses quienes han creado un auténtico oasis en una de las zonas más encantadoras y seguras de la comunidad de Álamos.

Desde hace 25 años han recibido a visitantes locales, mandatarios de otros países, pilotos de las más variadas aerolíneas (de hecho, existe en la hacienda un hangar privado y un club exclusivo para pilotos), además de visitantes de Estados Unidos, Canadá y de muchas otras partes del mundo. La Hacienda de los Santos es uno de los sitios de los que uno queda cautivado desde la primera visita y al cual se desea volver una y otra vez, para toda la vida. Qué visitar en la Hacienda de los Santos

La Hacienda de los Santos tiene 9 habitaciones y 14 suites las cuales ostentan una decoración planificada a cargo de los dueños del lugar.

Cada una de estas habitaciones incluye una chimenea y las suite cuentan con dos o tres. El ambiente interior de la hacienda es alegre y vistoso, por incluir los colores mexicanos más tradicionales. Los muros de estas habitaciones están hechos de adobe y muestran además, bellos detalles arquitectónicos, como por ejemplo, techos con vigas, pisos de cantera, grandes puertas de madera y muchos otros más.

Es de hacer notar que los propietarios de la hacienda contaron con el apoyo de artesanos y artistas de la región para efectos de restaurar y adecuar cada rincón de la hacienda, hasta el punto de que, en cada zona de la edificación puede uno encontrar una sorpresa nueva: obras de arte, detalles ornamentales, valores arquitectónicos insospechados o incluso artesanías magistrales.

Mención aparte amerita el spa de la Hacienda de los Santos, el cual es un espacio sumamente íntimo y apacible, oculto detrás de un muro de adobe en una esquina de la propiedad.

En este spa se pueden tomar los más valiosos tratamientos, a precios accesibles para todos los visitantes. Cómo llegar a la Hacienda de los Santos

La dirección completa de la Hacienda de los Santos es Molina, número 8, Álamos, Sonora.

Información relevante acerca de la Hacienda de los Santos

Casi todas las veladas se ofrece a los visitantes de la Hacienda de los Santos, música romántica para amenizar su estancia en el lugar.

Para eventos especiales se organizan espectáculos de baile folclórico, realizado por 40 estudiantes de la Universidad de Sonora, o bien, de estudiantina, en este caso integrada por 15 estudiantes vestidos con atuendos del siglo XVII que tocan música e interpretan hermosas melodías. También se presenta en el hotel un trío profesional, que tocan y cantan los mejores temas de la música española, con una virtuosa ejecución de guitarras. Actividades a realizar en la Hacienda de los Santos

Recomendamos visitar el pueblo colonial de Álamos, el cual brinda a quienes lo visitan una gran cantidad de atractivos, entre los cuales se puede mencionar, la observación científica de la flora y fauna del lugar, los recorridos a las diferentes comunidades científicas de la zona, emocionantes cabalgatas, la oportunidad de tomar impresionantes fotografías, de conocer valiosas referencias históricas y muchas cosas más.