Al encuentro con las Grutas de Tolantongo
Llegamos y una majestuosa cascada, una enigmática gruta y un río color turquesa nos estaban esperando.
En este afán por tener contacto directo con la naturaleza, decidimos acampar junto al río, lo cual no representó ningún problema, ya que en el sitio rentan tiendas de campaña, colchonetas y venden leña.Al adentrarnos en esta maravilla, nos sentimos pequeños junto a la inmensidad de las montañas que cubren las grutas, a la vez que nos sentimos abrumados por la belleza del río que desemboca en el Pánuco, de extraño color debido a que al correr el agua sobre la roca viva cálcica, ésta se va disolviendo poco a poco en pequeñas partículas de cal, que contienen sales de magnesio y algunos otros cloruros.
Rocas termales = desintoxicaciónOtra de las delicias disfrutables es la temperatura del agua, la cual resulta acogedora y placentera.
Después de estar un buen rato nadando en el río, caímos en la cuenta que las grutas nos estaban esperando. Tienen una historia geológica sumamente rica, debido a sus formaciones rocosas son fieles testigos del tiempo que han transcurrido desde el nacimiento del manantial. Sobre la gruta hay un túnel horizontal de 40 metros de profundidad, en el cual, uno se siente como dentro de un sauna, ya que la temperatura es de 38 grados centígrados, perfecto para desintoxicar el cuerpo y por qué no, el espíritu.El sol caía, llegó la noche y nos sentamos al lado del río solamente a escucharlo, para después meternos a la tienda a dormir.
Descanso y adrenalina Al día siguiente, nos dimos a la tarea de visitar Paraíso Escondido, uno de los tantos secretos que posee este lugar. Tiene varias cabañas desperdigadas en medio de la barranca, pero lo mejor son las pozas termales elevadas sobre el barranco. Estar ahí fue uno de nuestros grandes momentos durante el viaje y fue el escenario perfecto para relajarnos. Después de comer y descansar un poco, nos enteramos que también tenían tirolesa y que se podía practicar el senderismo, así que no perdimos la oportunidad de experimentarlos. La primera fue muy divertida, pues se pasa por arriba de un sinfín de cactus repletos de espinas. Tras la emoción de la sensación de volar, nuestra última actividad consistió en hacer senderismo y así caminamos entre árboles que con su enorme tamaño cuidan el entorno. Este espacio turístico comenzó hace 30 años al crearse un pequeño restaurante llamado El Paraje y hasta el día de hoy la comunidad de Tolantongo se ha organizado para convertirlo en una oferta turística viable. Gracias al trabajo en equipo, turistas de otros países como Japón, los visitan cada año.Este lugar tan poco conocido ofrece un equilibrio perfecto entre la naturaleza, hospitalidad y diversión, el cual no sería posible sin un sentido de comunidad que aprecia su entorno y lo preserva, proporcionando una gran experiencia de viaje.
Para gozar del equilibrio perfecto entre naturaleza y diversión, recomendamos ir entre semana, encontrará menos turistas Ruta: Llegar a la ciudad de Pachuca, Hidalgo, para tomar la carretera núm. 85 Actopan-Ixmiquilpan. Al llegar a Ixmiquilpan, dirigirse a la iglesia de San Antonio donde encontrará la salida al libramiento hacia El Cardonal. Este camino llega directo al destino, las Grutas de Tolantongo se localizan a 28 km al noreste de la localidad de El Cardonal. Distancias: -*De México: 164 km -*De Querétaro: 140 km -*De Pachuca: 76 km Clima-*Al llegar se nota un cambio de vegetación y de temperatura (del semiárido al semitropical).
¿Dónde dormir? Paraíso Escondido-*Está en las grutas y si uno tiene ganas de aventurarse a dormir junto al río, lo puede hacer de manera segura, ya que el lugar cuenta con una zona para ello constantemente vigilada.
No hay reservas por teléfono, sino hasta llegar. ¿Dónde comer?-*Cuenta con cinco restaurantes.
Uno ofrece barbacoa todos los domingos y días festivos. Tienen una pequeña tienda de alimentos. -*Contacto -*Tel. 01 (200) 125 2234 al 36. -*Cel. (045) 772 749 0677. -*www.grutastolantongo.com.mx