1.

Tour por el Centro Histórico Inicia tu recorrido en Avenida Juárez, donde observarás la Alameda, el Hemiciclo a Juárez y el Palacio de Bellas Artes. Sigue hasta dar con el Palacio Postal y la Torre Latinoamericana (¡sube a su mirador!). Camina por el andador peatonal de Madero donde están el Museo del Estanquillo, el Palacio de Cultura Banamex (Palacio de Iturbide) y el Convento de San Francisco de Asís, entre tiendas y restaurantes. Al terminar la calle llegarás a la Plaza de la Constitución o Zócalo. En los alrededores de esta enorme plancha se ubican la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional, donde se alojan espectaculares murales de Diego Rivera. A espaldas de estos espacios se yergue el Templo Mayor y siguiendo esa misma calle (Donceles) llegarás al Antiguo Colegio de San Idelfonso. Otros lugares a visitar son las cantinas y la Plaza Manuel Tolsá, en la calle de Tacuba, decorada por la estatua del “Caballito” y con la entrada al Museo Nacional de Arte (MUNAL). También dirígete andador de Regina, ideal para tomar un café, y a las librerías de viejo de Donceles.

2.

Mañanas de museos Si de algo puede presumir la Ciudad de México es de su variedad y calidad de museos. La visita comienza en el Museo Nacional de Antropología, que resguarda increíbles piezas de la época prehispánica. Dentro del Bosque de Chapultepec se localiza el Museo Nacional de Historia, conocido como Castillo de Chapultepec y, en el tenor histórico, el siguiente paso es ir al Museo de la Revolución. Si se trata de arte, el Museo Nacional de Arte (MUNAL) es un imperdible, pero también hay exposiciones interesantes en el Antiguo Colegio de San Idelfonso, el Museo Soumaya, el Museo Rufino Tamayo y el Museo de Arte Moderno, estos dos ubicados en Reforma. Para quienes gustan del diseño, nada mejor que el Museo Franz Mayer, a espaldas de la Alameda. Si buscas recintos originales, ve al Museo de Memoria y Tolerancia, en Avenida Juárez; el Museo de la Caricatura (en el Centro), el Museo del Juguete Antiguo México, el Museo de Cera y el de Ripley (en la Zona Rosa) y el Papalote Museo del Niño, son ideales para los más pequeños.

3.

Recorrido Frida Diego Cuatro son los lugares perfectos para admirar la obra y conocer la historia de estos pintores: la Casa Azul, el Museo Anahuacalli, el Museo Dolores Olmedo y el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo. En la Casa Azul, en Coyoacán, podrás ver obras de la pintora, así como algunos objetos personales como cartas de amor y el corsé que usó tras el accidente en el tranvía. El Museo Anahuacalli, también en Coyoacán, es una construcción monumental que resguarda una colección de objetos prehispánicos (originales y réplica). El Museo Dolores Olmedo, en Xochimilco, es una hermosa propiedad que exhibe pinturas y esculturas de los pintores, y en sus jardines tiene pavorreales y xoloitzcuintles. El Museo Casa Estudio, en San Ángel, se trata de una doble construcción (una para Rivera y otra para Kahlo), donde se admiran piezas de arte popular. *Hay promociones para visitar los museos.

4.

La mejor vista desde las pirámides A casi 50 kilómetros de la Ciudad de México está una de las zonas arqueológicas más sorprendentes del país: Teotihuacan. Sus enormes pirámides valen por sí solas la visita, pero esta enorme metrópoli resguarda varias joyas, entre ellas La Ciudadela y el Templo de la Serpiente Emplumada. En algunos conjuntos, como el Palacio de Quetzalpapálotl, podrás observar ejemplos de pintura mural.

Además, la zona cuenta con dos museos, un jardín botánico y un entretenido restaurante alojado en una gruta.

Te recomendamos usar los múltiples estacionamientos con los que cuenta, pues esto te evitará caminar de más.

5.

Ruta de conventos e iglesias Si te interesa la arquitectura religiosa, esta ruta es para ti. Inicia por la Catedral Metropolitana, cuya majestuosidad y eclecticismo es palpable en su interior y exterior. En el mismo Centro se descubren: la Iglesia de San Bernardo (Av. 20 de Noviembre) que data del siglo XVII; la Iglesia y Convento de Santo Domingo (Belisario Domínguez), con un hermoso retablo interior; La Profesa (Madero e Isabel La Católica), joya jesuita de estilo neoclásico creada por Manuel Tolsá; la Iglesia de la Santa Veracruz (en la plaza del mismo nombre) donde descansan los restos de Tolsá; y el Templo de San Hipólito (Reforma), uno de los mayores centros de peregrinaje. Al sur de la ciudad, en Coyoacán, no puedes dejar de admirar la Parroquia y Ex Convento de San Juan Bautista. También en el sur, en el barrio de San Ángel, se localiza el Museo y Ex-Convento del Carmen, donde habitaron monjas y hoy se exhiben interesantes momias. Por su parte, el Claustro del Ex Convento de la Merced es un ejemplo único de arte mudéjar; mientras que el Ex Convento del Desierto de los Leones, que data del siglo XVII, resalta por su historia y paisaje boscoso.

6.

Xochimilco y sus secretos Si has ido a Xochimilco anteriormente es probable que sólo hayas subido a una trajinera y hecho una parada en la terrorífica Isla de las Muñecas. Sin embargo, en este barrio hay mucho más. Conoce el Jardín Juárez, centro de la población; la Plaza de San Juan Bautista y el gigantesco ahuehuete. Otros sitios imperdibles son la Capilla de San Juan, del siglo XVII y construida con restos arqueológicos, las casas de la época porfiriana, el Templo y Convento de San Bernardino, la Casa de Arte y el Mercado de Xochimilco, donde podrás comprar plantas y flores a muy buenos precios.

7.

Un día entre la naturaleza en Los Dinamos ¿Nos creerías si te dijéramos que en plena Ciudad de México existe un enorme bosque con un río? ¡Pues es cierto! Se ubica en Santa María Magdalena Atlitic, y es mejor conocido como Los Dinamos.

Este sitio natural es uno de los más bellos de la capital y es perfecto para una caminata tranquila.

En este espacio también podrás montar a caballo, escalar y practicar bicicleta de montaña.

Cuenta con instalaciones como baños, estacionamientos y puestos de comida donde se venden antojitos y truchas frescas.

Lo más agradable es quitarte los zapatos para meter tus pies en el agua fresca.

8.

Motos, caballos y quesadillas en La Marquesa Hablando de entornos boscosos y cercanos a la ciudad, no podemos olvidar el Parque Nacional Insurgente Miguel Hidalgo y Costilla, mejor conocido como La Marquesa. A unos cuantos kilómetros de la capital el paisaje cambia para dar lugar a altos árboles, un clima fresco y espacios ideales para encontrarse con la naturaleza y divertirse.

Esta zona tiene numerosos atractivos: renta de motos, pesca de truchas, tirolesa, campos de gotcha y paseos a caballo.

Asimismo, aquí se encuentra un monumento a los insurgentes de la Independencia, así como puestos para comer y descansar.

9.

Paseos ciclistas Si te gusta pedalear aprovecha esta temporada para conocer y ejercitarte. Por un lado están los populares paseos dominicales, en Reforma, donde podrás andar con tranquilidad (hay puestos para rentar bicicletas gratuitamente). Otra opción es el Bosque de Chapultepec; en su primera sección descubrirás sitios como la Fuente de Nezahualcóyotl, los baños de Moctezuma y la Casa del Lago; mientras que en la segunda pasearás entre lagos hasta terminar en el Museo del Cárcamo de Chapultepec, que fuera decorado por Diego Rivera. Otra opción (para llevar tu propia bicicleta) es ir a Ciudad Universitaria. Este campus de la UNAM es especialmente bello y perfecto para rodar. Recorre sus instalaciones y observa el estadio y los edificios como el de Rectoría que valen por sí la visita.

10.

Escape a Tepotzotlán Al norte del Distrito Federal (a una hora de camino) se localiza este Pueblo Mágico que conserva aire provincial y guarda un gran tesoro: el Ex Convento de San Francisco Javier, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y el Museo Nacional del Virreinato.

Además, hay un agradable mercado donde podrás comer deliciosos antojitos.

Muy cerca se encuentra Arcos de Sitio, un sorprendente acueducto que hoy cuenta con puentes colgantes y tirolesas. También es perfecto para montar a caballo o andar en bicicleta. Otro plan, ideal para los niños, es ir al Parque Ecológico Xochitla. Este estupendo paraje es divertido y educativo; hay amenidades como lago, golfito y juegos infantiles.